Forlán recae con Uruguay

Diego Forlán no esperó. Tras sufrir una rotura fibrilar en el muslo ante el Benfica que necesitaba tres semanas para cicatrizar, el delantero del Villarreal decidió jugar tan sólo 10 días después. Y recayó, claro. A los 15 minutos de iniciarse el partido de clasificación para el Mundial de Alemania entre su selección, Uruguay, y Australia (1-0), el sábado pasado en el estadio Centenario de Montevideo, el atacante se retiró, con el agravamiento de su lesión. Lo que ha provocado la indignación del Villarreal, que pierde a su máximo goleador para los próximos tres encuentros de Liga y para el histórico choque en Old Trafford del próximo martes ante el Manchester United, de Liga de Campeones. El club castellonense acusa a la federación uruguaya de presionar al futbolista para que jugara. Y Forlán se desplazó ayer a Buenos Aires para ser tratado por un fisioterapeuta recomendado por el entrenador del Villarreal, Manuel Pellegrini.

Para los dirigentes del Villarreal, con Fernando Roig a la cabeza, la alineación de Forlán ha sido un acto irresponsable y nada beneficioso, ni para la federación uruguaya, ni para el jugador ni, sobre todo, el Villarreal. Una razón más para la irritación de la mayoría de clubes europeos, que sustentan las elevadas nóminas de los jugadores y los ceden de manera altruista y por impreativo legal a las respectivas federaciones nacionales.

En este contexto, la federación escocesa de fútbol pagará al Celtic Glasgow unos 370.000 euros como compensación por la lesión de Kennedy, defensa de 22 años que no ha vuelto a jugar desde que se lesionó durante un Escocia-Rumania amistoso en marzo de 2004.

Por su parte, la asamblea del grupo G-14, que reúne a los 18 clubes más importantes de Europa, decidió el lunes en Milán apoyar a los clubes que se querellen contra las federaciones tras la lesión de alguno de sus jugador en un encuentro internacional. A imagen del club belga Charleroi, que se ha querellado contra la FIFA, el G-14 ayudará a sus miembros que sean víctimas de las lesiones de algún futbolista durante un encuentro internacional a fin de obtener una compensación.

El Charleroi, que no es miembro del G-14, ha emprendido acciones legales después uno de sus jugadores, el marroquí Abdelmajid Oulmers, se dañara con su selección. Oulmers se lastimó de gravedad en noviembre 2004 en un choque con Marruecos y después pasó ocho meses de inactividad.

El Lyón, cuyo jugador Eric Abidal se lesionó gravemente con Francia la semana pasada, también ha inciado acciones legales contra la federación francesa de fútbol. En el Barcelona, el holandés Van Bommel se dañó en un choque de Holanda y estará de baja de seis a ocho semanas.