La Politécnica y la CEV firman un acuerdo para transferir I+D

La Ciudad Politécnica de la Innovación (CPI), nombre del parque científico de la Universidad Politécnica de Valencia, y la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) acordaron la semana pasada la creación de un espacio de encuentro llamado Círculo Empresarial CPI en el que ofrecerá servicios de transferencia tecnológica a unas 240 empresas valencianas centradas en I+D.

El director de la Fundación Innova de la Politécnica, Francisco Mora, presentó la nueva institución como un "un club de clientes y amigos" para favorecer la sinergia entre el mundo empresarial y universitario e incrementar la relación entre ambos.

El club está integrado por unos trescientos miembros, de los que veinte son socios individuales y el resto empresas de los sectores industrial, químico, de la construcción, de la tecnología de la información, biosanitario y agronómico.

El Círculo Empresarial CPI ofrecerá una ventanilla única para acoger demandas y peticiones, auditorías, encuentros sobre la aplicación de las investigaciones en las empresas, ciclos conferencias, una revista, una página web, y asesoramiento para organizar cursos de formación. Las empresas pertenecientes al círculo podrán beneficiarse del servicio de empleo y del programa de apoyo a emprendedores que quieran establecer una empresa innovadora de base tecnológica en la Comunidad Valenciana.

Mayor competitividad

El nuevo presidente de la CEV, José Vicente González, destacó que el círculo es un paso para "entroncar la aplicación práctica de la ciencia con las empresas" y afrontar con la pérdida de competitividad.

"No podemos apostar por las gamas media baja sin valor añadido y no se puede competir con productos que se hacen en países con menores costes", dijo González, que apostó por la incorporación de tecnología punta tanto en empresas de sectores emergentes como en tradicionales, que ya cuentan con unos conocimientos empresariales.

El rector de la UPV, Juan Juliá, expresó el "clima favorable" que existe para incrementar la relación con los empresarios porque de ella se beneficia la universidad, al mejorar el empleo y enriquecerse con nuevas demandas, y las empresas, porque se les transfiere tecnología. Todo ello "genera más riqueza y un aumento de la competitividad, lo que mejora nuestra posición en el mercado global", añadió. González y Juliá coincidieron en destacar la falta de presencia de empresas en los campus universitarios españoles, al contrario de lo que ocurre en EE UU.