Fado sentido

La más improbable de las fadistas de la nueva generación: no creció en los barrios de Alfama o Mouraria, sino en las Azores donde llegó siendo una niña nació en África del Sur. Tampoco se curtió en locales de fado de Lisboa y sí en grupos de folk y la tuna de la facultad durante las horas que le dejaban libres sus estudios de medicina. El de cantante es un oficio que simultanea con su trabajo como doctora en un hospital.

Empezó con dos fados tradicionales, el segundo con letra de Lobo Antunes. Presentación de Tudo ou nada, su tercer disco inédito todavía en España. Un acompañamiento absolutamente canónico para una mujer de aire tímido y recatado -canta con las manos detrás de la espalda- que derrocha sinceridad en la voz.

Con su timbre expresivo, y sentido de la cadencia, ha elegido mantenerse muy próxima a Amália Rodrigues. Incluso en formas de colocar la voz y en ciertos giros melódicos. Quiso contar que, con toda su voz y su alma, Amália Rodrigues conquistó muchos corazones y logró que muchos músicos y poetas escribieran para ella. Katia Guerreiro no estaba muy segura de lo que se iba a encontrar en Madrid, pero conectó muy bien con el público que llenaba la sala. Lo consiguió sin artificios, a base de interpretaciones sentidas para un fado de altísimo nivel.