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Entrevista:PEPE RIBES | Proa del 'Movistar' | VELA | Comienza en Galicia la Vuelta al Mundo

"Es como surfear olas de 30 metros"

Amante de las emociones fuertes, Pepe Ribes (Benissa, Alicante; 34 años) es el proa del Movistar, el que se sube al mástil de 34 metros para olfatear la dirección de los vientos cualquiera que sea el estado del mar. La amistad de su padre, que tenía una ferretería, con los dueños de los astilleros de Calpe marcó su futuro. Estudió para delineante, pero su pasión por los barcos le llevó a convertirse en patrón de cabotaje.

Pregunta. ¿Qué fue lo peor que le pasó en su anterior participación, en 2001?

Respuesta. Desembarcar a un tripulante con un bloqueo intestinal. Estábamos en el Índico y el chico se pasó ocho días sin comer. Le inyectamos por vena comida y bebida. Nos desviamos al Norte para que desde un avión nos tiraran suministros médicos y a Australia para desembarcarlo.

"Lo peor fue desembarcar a un tripulante con un bloqueo intestinal. Estuvo ocho días sin comer"
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P. ¿Y lo mejor?

R. El tipo de navegación, de cero a 50 nudos, por los cinco mares más importantes. Sobre todo, en las dos etapas del Sur, en las que se navega por Los 40 Rugientes, por donde pasan todas las borrascas, la zona del paralelo 40, por el Índico y por el Pacífico, el cabo de Hornos, el de Buena Esperanza... Se dan condiciones de viento y de mar que no se dan en ningún otro lugar. Es como surfear olas de 30 metros. Puedes pasarte una semana navegando con 40 nudos y olas de 30 metros, descomunales.

P. ¿No se marea nunca?

R. Nunca. Y eso me permite suplir a otra gente que se marea. Siempre he pensado que era una cosa psicológica, pero tengo compañeros excelentes navegantes que, hagan lo que hagan, se marean.

P. ¿Cómo es el Volvo 70?

R. Es una clase nueva en la que estamos no sin control, pero sí al límite. Porque han bajado a 10 el número de tripulantes. Pero, en cambio, las velas son mucho más grandes. El barco tiene mucha potencia por la quilla pivotante.

P. ¿Favoritos?

R. Los australianos no tienen mucho dinero, pero los otros seis tienen el potencial de ganar. Nosotros hemos empezado con antelación. Tenemos muchas millas. Pero las tripulaciones son todas muy experimentadas, de primera división.

P. ¿Ha de ser un tipo duro?

R. Sí, física y mentalmente. La convivencia... Es como vivir 10 personas en un apartamento de 10 metros cuadrados. La comida y el agua son malas, el barco es muy difícil de navegar y, si hace mal tiempo, no puedes decir "vamos a pararnos o a bajar las velas" porque sabes que el otro no lo va a hacer.

P. ¿Cómo es un proa?

R. Es muy físico. Estamos a más de 30 metros, cambiando velas o alguna revisión en el palo. ¿Cómo se está ahí arriba? Acojonado. Es la línea tan fina que divide el disfrute del riesgo, que, cuanto más vas por ahí, más te engancha. Debes ser ágil, con muchos reflejos y experiencia para ver situaciones de riesgo.

P. ¿Diferencias respecto a la Copa del América?

R. Esto es navegar de verdad. La Copa del América es un sprint. Es como un trabajo de oficina: llegas a las ocho y te vuelves a las seis.

P. ¿En qué etapas quiere participar?

R. En todas. El barco es tan exigente que nos vamos a lesionar. Yo ya me rompí dos costillas, el cúbito y el radio: estaba en el palo, me golpeó una ola y choqué contra el palo. Y eso va a pasar. Por eso pensamos que va a haber mucho intercambio de gente.

P. ¿La clave?

R. Salvar el material y levantar el pie del acelerador para evitar el riesgo de la tripulación.

Pepe Ribes.
Pepe Ribes.

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