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Basilio Martín Patino se siente un privilegiado y no una víctima

El director recibe la medalla de oro de la Academia del Cine

La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España entregó ayer su medalla de oro al director salmantino Basilio Martín Patino (Lumbrales, 1930), en reconocimiento a su "destacada carrera profesional". "Se trata de uno de los cineastas más atractivos, insólitos y libres, y una de las figuras clave en la modernización del cine de nuestro país", según la presidenta de la Academia, Mercedes Sampietro.

"El cine para mí siempre ha sido un juego maravilloso y apasionante. Siempre he hecho lo que quería y las películas que me parecían más oportunas", señaló ayer en el Círculo de Bellas Artes, horas antes de recibir la medalla, el director de Nueve cartas a Berta, largometraje con el que debutó en 1966 y con el que ganó entonces la Concha de Plata a la mejor ópera prima en el Festival de San Sebastián.

A pesar de que sus primeras películas sufrieron la censura debido a su carácter crítico, el director salmantino señaló que se siente "un privilegiado" y no una víctima: "Siempre he hecho un cine raro, es el cine que sé hacer. Nunca entendí el glamour del cine actual", comentó el también guionista e investigador durante la rueda de prensa, en la que estuvo acompañado por la presidenta y por la directora de la Academia de Cine, Mercedes Sampietro y Ana Arrieta, respectivamente, y el director del Círculo de Bellas Artes, Juan Barja.

Martín Patino aprovechó la ocasión para disculparse con los responsables de su homenaje. "Pido perdón a la Academia por mi despiste de estar fuera de ella", comentó con humor, para precisar que una de las cosas que más le emociona de este galardón es que TVE emitirá el próximo viernes Queridísimos verdugos (1973), un filme prohibido durante muchos años, que se rodó en seis días, de manera clandestina, y que "es una investigación sobre la procedencia del poder", según el cineasta.

Preguntado sobre la situación actual del cine español, el director de Canciones para después de una guerra (1971) comentó que la industria "siempre ha estado en crisis", y que le "aburre muchísimo esa crisis eterna" de la que se queja el sector. "Esa crisis viene de dentro, al poner la industria libre en las manos gubernamentales". No obstante, el homenajeado opina que el cine nunca va a desaparecer porque "es un arte que se reconvierte. Hoy hay otras formas de hacer cine más apetecibles para la gente joven", añadió.

Tras 40 años de estar dedicado al mundo cinematográfico, Basilio Martín Patino se despidió del mundo del celuloide con su último largometraje, Octavia (2002). Pero ayer dejó otra vez la puerta abierta: "Siempre he estado retirado del cine y, a pesar de que ya he dado mucho de sí, siempre seguiré jugando si tengo algo que contar".

Con este galardón, el director se suma a la lista de figuras homenajeadas por la Academia, que desde 1986 distingue a las personalidades que han contribuido a la mejora artística y de la industria española, como Francisco Rabal, Alfredo Matas y Antonio Banderas, entre otros.

Martín Patino con la medalla de oro de la Academia del Cine.
Martín Patino con la medalla de oro de la Academia del Cine.SANTI BURGOS
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