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Crítica:ELECTRÓNICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Con la voz de Rulfo

Diego A. Manrique

El Instituto Mexicano del Sonido, alías IMS, se estrenaba en España como live act y La Casa Encendida registró una buena entrada, con gente predispuesta y curiosa. El IMS, originalmente un entretenimiento casero del melómano chilango Camilo Lara, ha ido adquiriendo peso específico; tras colaborar con todo tipo de artistas en remezclas, Lara acaba de publicar un disco soleado y generoso en cortes, Méjico máxico, a través del sello madrileño Lovemonk.

Haciendo un inteligente uso de su profunda fonoteca, Lara construye un universo amable donde prácticamente el único dramatismo viene del afilado uso de la voz de Juan Rulfo. El suyo es un risueño reflejo de un lejano México clasemediero, con una estética lounge a veces macerada con técnicas de dub jamaicano. Se trata de juguetona música de fondo para, digamos, experimentar con cócteles, pero que también puede alcanzar la robustez necesaria para, sigamos fantaseando, bailar como si estuviéramos en el alegre Distrito Federal de los cincuenta y todavía reinaran el mambo y el chachachá.

Instituto Mexicano del Sonido

Camilo Lara (voz, máquinas), Oliver Castro (programaciones). La Casa Encendida, Madrid. 4 de noviembre.

El directo, claro, es otro cantar. El IMS exhibe un lógico amateurismo -en la vida civil, Camilo Lara ejerce de director de EMI México, mientras que Oliver Castro es un reputado realizador de publicidad y vídeo musical- que se compensa con entusiasmo y el acelerador rítmico pisado a fondo. Ambos salen vestidos con batas de laboratorio y pronto establecen una complicidad con el público, combinando palabras malsonantes de ambos lados del charco y alardeando de su falta de éxito masivo. Inspirado por el ejemplo de los sonideros, esos populares disc jockeys callejeros de su país, un transformado Camilo Lara canta, grita, provoca y practica el baile de San Pogo. Se trata de un espectáculo breve y simpático, tan escorado hacia las pistas de baile que hace suspirar por los collages más tiernos de Méjico máxico; sería interesante escuchar al Instituto en un recinto menos duro que el patio de La Casa Encendida. El concierto del IMS abría la nueva edición de El Ritmo de la Casa, el ciclo que programa y presenta el locutor de Radio 3 Tomás Fernando Flores en el centro cultural de Caja Madrid. En los siguientes viernes del mes de noviembre se presentan otras apetitosas propuestas periféricas: la cantautora francesa Françoiz Breut, el dúo californiano Pepito y el jazzman noruego Nils Petter Molvaer. Con entradas a tres euros, debe ser el chollo de la temporada musical.

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