El cambio de hora
Todos los años, desde la primera crisis mundial del petróleo, como medida preventiva de ahorro de energía se viene realizando el cambio de hora en España.
En el mes de marzo, coincidiendo con la primavera los relojes se adelantan una hora lo cual propicia unos días con más luz, es decir cuando las manecillas del reloj nos estén indicando las ocho de la tarde en realidad serán las siete con lo cual tendremos una hora más de luz solar en detrimento del uso y disfrute innecesario de la artificial, trayendo consigo un beneficioso y sustancial ahorro energético que indudablemente repercute en las arcas del Estado.
De la misma manera se procede con la llegada del otoño, atrasando una hora los relojes se consigue el mismo efecto dada la estación del año a las ocho de la tarde tendremos una hora más de luz natural aprovechada al sol.
El ahorro energético de alumbrado tanto público como doméstico supone miles de millones de euros para el Estado y por ende para nuestros bolsillos, más aún cuando hemos entrado de lleno en una campaña de mentalización y esfuerzo por parte de todos para llevar a buen puerto el sistema de ahorro de recursos energéticos naturales como una de las metas propuestas en la cumbre de la tierra.
