Arango y Javi Navarro frente a frente
El sevillista vuelve a Mallorca, donde hace siete meses agredió de forma brutal al venezolano
"Mañana procuraré jugar con más precaución", reconoció ayer el delantero venezolano del Mallorca, Juan Arango. Siete meses y una semana después, en el Mallorca-Sevilla de esta tarde, el punta del equipo balear se reencontrará con Javi Navarro, el central que la temporada pasada lo envió directo a la UCI de un codazo.
Al defensa sevillista le cayeron cinco partidos de sanción, una polémica decisión del Comité de Competición que no satisfizo a nadie. Al Sevilla le pareció una penalización excesiva, mientras que en Palma se esperaba un castigo ejemplar, no inferior a los siete partidos. Ambos clubes se enzarzaron en un cruce de declaraciones que estuvo cerca de acabar en los tribunales, pero el Mallorca acabó dando por buena la sanción.
"Sé que tengo que tener más cuidado al ir al choque con según qué jugadores", dice Arango
La peor parte, por supuesto, se la llevó Arango, condenado a cuarenta días de reposo por una fractura del hueso malar y serias heridas en el labio superior. Una minucia si se tiene en cuenta que el venezolano se debatió entre la vida y la muerte durante unos eternos minutos sobre el césped de Son Moix. El golpe le produjo una grave crisis convulsiva y un cuadro de parada cardiaca que afortunadamente pudo ser revertido. Permaneció dos días ingresado en cuidados intensivos, reponiéndose del traumatismo craneoencefálico, y reapareció un mes y medio después, en plena recta final de la Liga. Su aportación fue crucial para la permanencia del Mallorca en Primera, lograda en el último partido.
Aunque de otro modo, el suceso también afectó a Javi Navarro, que durante las siguientes jornadas de Liga, todavía a la espera de una sanción, fue abucheado y silbado en los campos que visitó. La agresión a Arango le sirvió para ver consolidada su reputación de defensa duro e incluso violento, un sambenito que él nunca ha aceptado. Navarro se escuda en las teorías que afirman que el fútbol es un deporte de contacto, y asegura que él, simplemente, se dedica a cumplir una misión en el terreno de juego.
Hoy, en el mismo campo, los protagonistas de aquella triste jugada se volverán a ver las caras. Y Arango no las tiene todas consigo. "Es evidente que cuando salte al campo no podré dejar de tener en cuenta lo que sucedió", explicó ayer; "pero no porque esté pensando en vengarme ni nada parecido, sino porque la experiencia me dice que debo ir con más cuidado al ir al choque con según qué jugadores". El entrenador del Mallorca, Héctor Cúper, puso coto a las palabras de su jugador: "Siempre hay que intentar protegerse, pero no se puede jugar un partido con esa obsesión: hay que jugar como se debe jugar". O sea, sin miedo. Arango asegura que no lo tiene, que afronta el encuentro como uno más y que, si se da el caso, no vacilará en saludar a quien fuera su agresor.
Por su parte, Javi Navarro afirmó que está absolutamente "centrado en el partido" y que "lo de Arango ya es historia". El central, que se encuentra en un buen momento de forma, quiso zanjar definitivamente la cuestión: "No quiero hablar más del asunto, es parte de la temporada pasada, y espero que no influya para nada en el encuentro de mañana [por hoy]". Otra cosa será el recibimiento que le dispense el estadio que, meses atrás, asistió estremecido a las convulsiones de Arango.
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