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Los culebrones latinoamericanos conquistan el mercado mundial

Madrid acoge la III Cumbre de Telenovelas y Programas de Ficción

Rosario G. Gómez

Son un fenómeno mundial y arrastran audiencias millonarias. Las telenovelas, especialmente las latinoamericanas, se han convertido en uno de los motores de la industria audiovisual y en un negocio tan próspero como inagotable. Productores, guionistas, distribuidores y directivos de televisiones analizan en Madrid el auge de los culebrones dentro de la III Cumbre de Telenovelas y Programas de Ficción.

España no es ajena al fenómeno de las telenovelas de la gigantesca factoría latinoamericana. La colombiana Pasión de gavilanes (Antena 3) o la mexicana Amarte así, Frijolito (TVE-1) registran a diario alrededor de dos millones y medio de espectadores cada una en la franja de sobremesa. El último estreno de la cadena pública, también de factura mexicana, Los plateados, sigue la misma estela de las dos ficciones citadas. El nuevo serial, que cuenta con todos los elementos del formato, arrancó el lunes pasado y fue seguido por una media de 2.226.000 personas (22,3% de cuota de pantalla).

Los tres productos representan el resurgir de un género que tuvo sus días gloriosos a finales de los ochenta y principios de los noventa con culebrones de enorme tirón entre el público como La dama de rosa y Cristal, realizados por la cadena venezolana RCTV, una de las más añejas y boyantes fábricas de telenovelas. Esta compañía exportó a China (con una audiencia potencial de 800 millones de telespectadores) Mariú, el primer serial venezolano que aterrizó en el más codiciado mercado asiático. Otra de sus producciones, Kassandra, alcanzó un récord difícil de batir: se emitió en 80 países.

Por su ritmo de producción, a un capítulo por día de promedio, las telenovelas son un producto extraordinariamente rentable. El precio de cada uno de los capítulos de Yo soy Betty, la fea, por ejemplo, oscila entre 20.000 y 50.000 euros. La adaptación que realizó una televisión alemana (titulada In love in Berlin) triplicaba el presupuesto del original. España ha seguido esta fórmula con la colombiana El auténtico Rodrigo Leal, en cuya versión local está inmersa Antena 3, y que la cadena privada emite de lunes a viernes.

"La telenovela ha evolucionado y, aunque hoy conserva los mismos conceptos que antaño, se ha reformado en su estética y temáticas, introduciendo argumentos de actualidad e inclinándose hacia la búsqueda de lo universal para encajar en cualquier país de mundo", subrayan los analistas de Tomas Magazine, impulsores de la III Cumbre Mundial de la Industria de la Telenovela y la Ficción, que desde ayer se celebra en Madrid.

Asisten a este foro, entre otros, representantes de Televisa, Telemundo, Caracol Internacional, Telefe, Globo TV y Televisión Azteca. A la cumbre acudirán también directivos de televisiones europeas y estadounidenses.

Asimismo, los expertos, analizarán la globalización de las telenovelas: desde las audiencias que despiertan en cada uno de los países hasta los esquemas de producción y programación, pasando por la irrupción de los seriales en las televisiones estadounidenses, las distintas plataformas de distribución o la conquista de nuevos mercados, como el asiático y el africano.

Imagen de<i> Yo soy Betty, la fea,</i> gran éxito de la producción colombiana.
Imagen de Yo soy Betty, la fea, gran éxito de la producción colombiana.

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