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Iturritxa emplaza al PSE a optar entre votarle o respaldar al PP

El peneuvista Álvaro Iturritxa, candidato del tripartito en la moción de censura contra Ramón Rabanera, se empleó ayer hasta el último minuto en un insistente emplazamiento al PSE para que le vote hoy o, en caso contrario, respalde a los populares el resto de la legislatura. Incluso se curó en salud ante la eventual intención de los socialistas de abstenerse: "El valor del voto negativo y de la abstención es exactamente el mismo", advirtió. "Quienes no contribuyan al cambio apuestan por la continuidad y por un compromiso que les ata sin remedio al Partido Popular y al señor Rabanera", sentenció Iturritxa.

El candidato precisó incluso cuáles serán en ese caso las tareas de los socialistas para el resto del mandato foral: "Estará obligado a dotar de una mínima estabilidad al ejecutivo del señor Rabanera y al Partido Popular". Y también tendrá, dijo Iturritxa descendiendo a las concreciones, "la obligación de sentarse a hablar y de acordar desde el proyecto de presupuestos hasta los proyectos de norma que permanecen atascados por falta de mayoría".

El aspirante apuntó que espera para hoy una última reflexión del PSE para que opte "por el cambio y la ilusión" votándole a él y se deshaga del "miedo atávico" que, a su juicio, impide a ese partido "tener su propio espacio" y lo "paraliza". El candidato del tripartito se esforzó en la última parte de su discurso en convencer de que su iniciativa no va dirigida contra los socialistas. Argumentó incluso que si no les ha ofrecido entrar en su Gobierno ha sido para no ponerles en un aprieto que contradiga la ponencia política del congreso del PSE de finales de mes, que afirma que no revisará sus alianzas en las instituciones hasta después de las elecciones de 2007.

En todo caso, concluyó Iturritxa, aunque sólo sea por el debate suscitado, la iniciativa "habrá merecido la pena".

Pese a sus nulas posibilidades de triunfar, el candidato desgranó un programa completo de gobierno, que será la base de su oferta electoral dentro de dos años, según reconoció luego en los pasillos.

Dar a conocer o afianzar a su hombre y su programa parece, de hecho, la principal rentabilidad que el PNV obtendrá finalmente de esta iniciativa, que nunca tuvo opción real alguna de salir adelante.

Tras señalar que los errores del PP y de Rabanera son "un manual impagable de cómo no debe actuarse", Iturritxa apuntó ideas del estilo de la creación de órganos forales sectoriales como fórmula de participación social en la definición de las políticas y en su seguimiento. También apostó por establecer una Mesa de Contratación y descartó la gestión indirecta como mecanismo de abaratamiento de servicios.

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