Los hijos de dos acusados por el 'crimen de Almería' apoyan a sus padres

Antonio y Antonia Fernández Santiago, hijos del matrimonio formado por Antonio, El Follares, y Engracia, La Mariqueña, imputados en el asesinato de la niña Montserrat Fajardo en Almería, se desdijeron ayer ante el jurado popular de las versiones que dieron al juez instructor del caso. El cambio de versión se acerca ahora al testimonio ofrecido por sus padres, aunque siguen existiendo contradicciones.

Durante la quinta sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Almería, los hermanos no concretaron ni una sola hora de las actividades que realizaron el 17 de marzo de 2002, día en que la niña de siete años fue asesinada.

En contra de lo declarado ante el juez instructor, Antonio Fernández Santiago negó ayer que viera a sus padres la noche de la muerte. También que hubiese estado en el domicilio de Juana Santiago, donde supuestamente se cometió el crimen.

De igual modo, su hermana, Antonia, negó haber atendido una llamada telefónica de Juana Santiago al domicilio de Engracia y Antonio a las 23.47. Sí reconoció haber atendido una llamada de Juana Santiago con anterioridad. "La llamada telefónica de Juana la contesté yo. Mis padres no habían llegado", insistió.

La mujer confirmó que la mañana del martes 19 de marzo ella misma, junto con sus padres y Juana, emprendieron la búsqueda del marido de ésta, que fue hallado horas después colgado de un árbol.

Tanto Antonia como Antonio fueron incapaces de concretar las horas de los actos descritos. "Yo nunca llevo reloj y no puedo precisar ninguna hora", llegó a declarar Antonio.

Por su parte, Joaquina Cortés, la bisabuela de la niña, dijo que la última vez que vio a Montserrat serían las siete y media de la tarde y que jugaba al elástico con su prima Carmen María, hija de Juana Santiago. La anciana aseguró que no vio ni a Juana ni a Engracia ni a El Follares aquella tarde.