"Adelantarme ya no será tan fácil"

La reaparición de Fernando Alonso, convertido ya en flamante campeón del mundo de fórmula 1, se producirá a partir de hoy en el Gran Premio de Japón, que se disputará el domingo en el circuito de Suzuka. Aunque aparentemente todo sigue igual, muchas cosas han cambiado en sólo dos semanas. Al español, de 24 años, se le ve mucho más relajado, más tranquilo, y con ganas de volver a demostrar que no sólo es el número uno, sino que además es el mejor. Tras asegurarse su primer título, la mente de Alonso está centrada ahora en el Mundial de constructores. Pero, de la misma forma que asegura que ahora podrá luchar con total libertad, sin ninguna presión, afirma que la distancia entre su Renault y los McLaren sigue siendo mucha: alrededor de cuatro o cinco décimas de segundo por vuelta. Un mundo.

Los Renault aún están a 4 o 5 décimas por vuelta del equipo de Raikkonen. Un mundo

"Sí, es verdad que el equipo ha preparado algunas mejoras aerodinámicas en la suspensión trasera", dice Alonso; "vamos a utilizar un quit que ya probamos anteriormente y que puede adaptarse mejor a la exigencia de las curvas rápidas de este trazado. Pero la diferencia a nivel de tiempo será muy poca". En Japón, los dos McLaren vuelven a partir como favoritos, pero con la espada de Damocles encima por sus problemas de fiabilidad. "Si uno de los dos coches fallase y no acabara la carrera, podría ser un error fatal para decidir el título que queda en juego", asegura Alonso. Y Pedro Martínez de la Rosa, que será el tercer piloto de la escudería británica en las dos últimas carreras, ratifica: "Estamos para ganar. Pero, si sufrimos algún abandono, el título volará". McLaren supera en dos puntos a Renault (164 por 162) tras el doblete que el colombiano Juan Pablo Montoya y el finlandés Kimi Raikkonen lograron en Interlagos.

El Gran Premio de Japón, sin embargo, pueden decidirlo factores externos e incontrolables, como el tiempo. La lluvia que se prevé para hoy y mañana, pero no para el domingo en la carrera (14.00 en Japón, 7.00 en España), va a convertirse en un elemento distorsionador. "Si todo ocurre como está previsto, podemos llegar al domingo a tientas, sin haber probado ningún neumático de seco", asegura De la Rosa; "es muy probable que hoy y mañana debamos correr con la pista mojada y con neumáticos de lluvia y que el domingo debamos instalar los de seco. Lo cual convertiría la elección en una carambola".

Lejos de haber concluido, el duelo entre Raikkonen y Alonso, los dos únicos pilotos que lucharon hasta Brasil por el título individual, se extiende ahora al Mundial de constructores. "Aquí podré volver a ser más agresivo. No será tan fácil adelantarme", afirma Alonso. "Que se prepare para estas dos últimas carreras porque no voy a darle ningún tipo de facilidades", responde Raikkonen. A la batalla por los puntos se suma también el deseo de ambos de concluir el campeonato con más victorias que su rival. Los dos llevan seis.

Sin embargo, la presión parece haberse cambiado de lado. Mientras Alonso está disfrutando del título que consiguió en Interlagos y comienza a valorar el impacto mediático y social de su hazaña, Raikkonen tiene sobre su cabeza la exigencia de Ron Dennis, que no quiere ni hablar de perder el campeonato de marcas. "Una semana después de ser campeón, ya comienzas a pensar en los momentos clave de tu carrera, de toda la temporada, y en la magnitud de lo que has realizado", explicó ayer Alonso, sonriente y con ganas de hablar de su título por primera vez desde Interlagos. "Sí, me sorprendió la repercusión que tuvo la carrera en España", agregó el asturiano; "saber que durante la hora y media que duró apenas había gente en las calles. Y, luego, la ilusión que generó el título y que llevó a muchas personas que ni siquiera me conocen a saltar, bailar y salir a la calle a celebrarlo. Es lo más bonito que me ha pasado este año".

Renault seguirá luchando por el segundo título, que está aún en juego. "Cuando te subes al coche, siempre lo das todo", asegura el ovetense. Pero el mismo campeón de pilotos reconoce que, si no fallan, el título será previsiblemente para los McLaren.