Nuevos diésel con menos humos

Los filtros de partículas son la solución elegida por los fabricantes de coches para reducir las emisiones de los turbodiésel. Hasta ahora se ofrecían algunos, como el FAP de Peugeot-Citroën, que llevaban un depósito con un aditivo para quemar las partículas en el escape y evitar que llegaran a la atmósfera. Pero había que recargarlos tras recorrer entre 80.000 y 150.000 kilómetros. La novedad ahora son los filtros sin mantenimiento, que duran toda la vida del coche. Se ofrecen ya en algunos países europeos y se implantarán en el resto a corto plazo, de serie o como opción.

Además sigue la evolución de los turbodiésel. La tercera generación de la tecnología del raíl común, que incluye los nuevos inyectores piezoeléctricos, está disponible ya en algunos Mercedes, Audi, Renault y otras marcas, y se generalizará pronto. El nuevo sistema reduce un 5% el consumo de gasóleo y un 20% las emisiones de gases, pero al mismo tiempo aumenta la potencia en un 5%. Lo mejor es que se trata sólo de una etapa más en los avances de los turbodiésel, porque ya se trabaja en otra evolución que permitirá subir la presión de inyección a 2.000 bares y adoptar unos inyectores de geometría variable que reducirán aún más los consumos y las emisiones.