En un gran momento

El grupo de la cantante Sonia Tavares abrió la velada presentando los temas de su último disco doble, A.M.-F.M. Evidenciando su abandono de la estética más oscura en favor de una línea más Moloko, el grupo hizo un robusto concierto con el que demostró que la modernidad ha quedado definitivamente instalada en el país vecino.

La estrella de la noche, con todo merecimiento, fue el gallego Xoel López, alma de Deluxe y, hoy por hoy, uno de los músicos de pop más completos y en forma del momento. Xoel lo tiene todo: fuerza, tempo, ritmo, voz, efectos de sonido, melodías, talento con la guitarra, tres excelentes músicos que le acompañan y, sobre todo, el beneplácito de un enorme segmento de público de su generación que lo valora y sabe y comparte sus canciones. Incluso le ha perdonado la sabia evolución de este músico desde su primera etapa en inglés, en la que francamente lo hacía muy bien, hasta la actual en castellano, afrontando el reto con elegancia y cada vez con resultados más satisfactorios.

Renunciando tal vez a la experimentación de sonido de sus primeras grabaciones y apoyado exclusivamente en los instrumentos y el puro método del rock, Xoel atacó algunas de sus primeras composiciones, como My beautiful thing, If things were to go wrong o Three months of glory, que sería con la que cerró el concierto. En cuanto a material más nuevo, López se explayó en las de su último disco: Los jóvenes mueren antes de tiempo, Cientos de mentiras o Queremos el dinero.

Pero el momento álgido del concierto correspondió a la interpretación de Que no, uno de los mejores temas compuestos por Xoel y, quizá, del pop rock nacional de los últimos años.