Relevo en la Copa Davis

La decisión estaba tomada hace ya tiempo, pero Pedro Muñoz, presidente de la Federación Española de Tenis (RFET), no le dio oficialidad hasta ayer: el G-2, grupo formado por Jordi Arrese y Juan Bautista Avendaño, deja de capitanear al equipo español de Copa Davis. El futuro es aún incierto, aunque para el presidente el mejor candidato es el ex jugador Emilio Sánchez Vicario. Sin embargo, sólo será capitán si logra el consenso entre los jugadores. Y eso no parece fácil.

"Estoy aquí para comunicar que mi junta y yo damos por finalizada la etapa del G-2", comentó Pedro Muñoz, que cogió el relevo de Agustí Pujol al mando del tenis español en enero. "Esto no es un cese, ni una destitución. Es simplemente el comienzo de una nueva filosofía. No creo que haya que prescindir de un capitán por un mal resultado. Mejor hacerlo tras lograr algo importante como la permanencia en Italia".

Esta nueva filosofía había sido esbozada ya en el programa que presentó Muñoz en su campaña electoral. El actual presidente siempre defendió su tesis de que el capitán debía ser una sola persona, y que no podría ser entrenador de ningún jugador de élite. Ayer, sin embargo, explicó algunos datos más que ilustran su pensamiento en este sentido. "Para mí", indicó, "la capitanía de la Copa Davis debe premiar la carrera de uno de los grandes jugadores españoles. Y en este país tenemos la suerte de contar con varios". Explicó, además, que la contrapartida económica sería inferior a la que percibió el G-2 este año: partieron de unos 18.000 euros cada uno, al margen de los premios que lograran.

"Lo más importante para ser capitán no debe ser el dinero. Queremos a una persona que se involucre en nuestro proyecto y que lo apoye", agregó Muñoz. El presidente está convencido de que Emilio Sánchez cumple con todos estos requisitos. "Ha sido un gran jugador y siempre tuvo un talante especial para jugar la Davis. Me gustaría que fuera él. Pero a día de hoy ni siquiera le hemos hecho ninguna oferta, porque primero hay que lograr el consenso entre los jugadores implicados y entre los técnicos de la federación".

El consenso no parece fácil. Rafa Nadal, número uno español, se pronunció ayer en el sentido de dar continuidad a Arrese. "Es difícil encontrar a alguien tan positivo como él", apuntó en declaraciones al diario Marca. "Pero aceptaré la decisión que se tome, porque lo que más quiero es jugar esta competición". Por otra parte, en la reciente eliminatoria de permanencia contra Italia, Juan Carlos Ferrero se sintió molesto por algunos comentarios realizados por Emilio Sánchez, tras su derrota contra Andreas Seppi, 78º mundial.

El propio Muñoz precisó que además de Emilio Sánchez, la federación estaba barajando también otras opciones: Albert Costa, aún jugador en activo; Francis Roig, entrenador de Feliciano López; Gabriel Urpí, ex entrenador de Arantxa Sánchez y Conchita Martínez, y Javier Duarte, actualmente director deportivo de la federación. "Hemos iniciado ya conversaciones con los jugadores y sus técnicos y esperamos tener nuevo capitán dentro de 15 o 20 días". A la conferencia de prensa de ayer acudió también Juan Avendaño, que se negó a compartir la mesa de presidencia con Muñoz, Duarte y Albert Riba, director general de la federación. Después, el ya ex capitán cogió el micrófono. "Vengo a despedirme y a dar las gracias a aquellos que me han permitido ser capitán con el G-4, el G-3 y el G-2 y ganar dos copas Davis y dirigir tres finales. Y, en este momento, quiero dedicarle todo eso a mi padre [fallecido hace un mes]". Avendaño agregó que Arrese aún no estaba preparado para despedirse. "Es muy guerrero", cerró.