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"Me delató una monja a la Brigada Criminal"

Antoni Ruiz (Xirivella, 1958) fue de los últimos represaliados por el franquismo. Recuerda con exactitud el día en el que contó a sus padres que era gay. "Fue el 4 de marzo de 1973". Lo tiene grabado en la memoria porque a las pocas horas fue detenido por la Brigada Criminal del Cuerpo Nacional de Policía. Su madre pidió consuelo a una vecina al conocer la orientación sexual de su hijo y ésta se lo contó a una monja, que no dudó en delatarlo.

En la comisaría fue interrogado, vejado y forzado a delatar a otros homosexuales. Entonces tenía 17 años y su periplo por cárceles españolas no hizo más que empezar. "Durante tres meses estuve en Valencia, Carabanchel y Badajoz", relata. "Y luego un año desterrado". En el expediente que le abrió la policía, y que Ruiz aún conserva, el motivo de su detención es escueto: 'Homosexualidad".

Cuando regresó a su localidad, tenía todas las puertas cerradas. "Nadie quería darme un trabajo". Pero tampoco le fue fácil conseguir un empleo lejos de su pueblo, puesto que tenía antecedentes penales.

Hoy preside la Asociación de ex Presos Sociales, que trabaja por que la sociedad recupere la memoria de las más de 5.000 personas que fueron represaliadas en España por su orientación sexual.

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