"Nunca se está curado de procesos totalitarios"

El escritor y columnista de EL PAÍS Javier Mina (Pamplona, 1950) presenta esta tarde (19.45) en la librería Lagun de San Sebastián El ojo del cíclope, un ensayo en el que reflexiona sobre los regímenes totalitarios de la Rusia estalinista y la Alemania nacionalsocialista. Con este trabajo fue ganador ex aequo, el pasado mes de diciembre, del tercer premio de ensayo Miguel Espinosa, concedido por el Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz (Murcia).

Pregunta. ¿Qué aporta de nuevo El ojo del cíclope?

Respuesta. Es difícil añadir algo nuevo. Yo he puesto el acento en reagrupar por metáforas o por imágenes fuertes lo que han testimoniado los supervivientes de ambos totalitarismos.

P. Al hilo de su libro, Fernando Savater ha escrito que es probable el regreso de "las antiguas bestias o de versiones modernas semejantes". ¿Comparte esta opinión?

R. Sí. Nunca se está curado de todo eso. No voy a hablar de procesos totalitarios tal cual, como aquellos, pero, desde luego, sí puede haber derivas raras. En el libro se habla de a lo que puede quedar reducida una persona en un estado totalitario, y no es muy distinto, por ejemplo, a lo de Guantánamo. La persona detenida no tiene derechos, no tiene personalidad jurídica, no es nadie, está reducida a un cuerpo.

P. Calificativos como totalitario, fascista, nazi, son habituales en las disputas políticas. ¿Es peligroso usarlos a la ligera?

R. Claro. Si todo de repente es fascismo y totalitarismo, queda banalizado lo que fue de verdad fascismo y totalitarismo.

P. ¿Cómo trasladaría, con todas las matizaciones que quiera, las reflexiones de su ensayo al llamado conflicto vasco?

R. No es fácil. Da pie para pensar que ETA y su brazo político, se llame como se llame, mientras sean lo mismo, llevan a cabo un proceso de eliminación. El nacionalismo étnico trata de proclamar un paraíso en la tierra, como los totalitarismos. Parece que cuando se llegue a una Euskadi independiente van a desaparecer las contradicciones, todo será perfecto, no habrá conflictos.

P. ¿Y?

R. Eso es lo que se vende. Entonces, para llegar a eso, lo que se hace es depurar al que no piensa igual. Es lo que ha hecho ETA y Batasuna, o como se les quiera llamar. Han señalado o han creado las coartadas teóricas para que todo eso se pueda hacer. Esto es totalitario, claramente. Otra cosa es que esté en la fase en la que está, y ojalá vaya más de capa caída de lo que va.

P. ¿Qué respuesta debe darse a las víctimas de los totalitarismos?

R. Hay que hacer justicia, se les debe recompensar.

P. En el caso de las víctimas de ETA, hay voces que les reclaman gestos de generosidad.

R. Para que eso se pueda dar, pienso que antes debe haber una serie de reparaciones y una serie de cosas. Si el verdugo no se apea ni un ápice de lo que ha hecho, ¿la víctima encima tiene que perdonarle? No me parece que sea muy justo.

P. Los judíos fueron víctimas del nazismo ¿Qué opina de la postura de Israel hacia los palestinos?

R. Es un tema complicadísimo. Israel está cometiendo barbaridades, pero, por otro lado, está el terrorismo islamista, que también las comete. Nada de esto favorece el arreglo de la situación.