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Signos

Padilla reúne su pintura del casco antiguo de Jaén en un compacto

Ginés Donaire

Las nuevas tecnologías están modificando las vías de acercamiento de los artistas plásticos a los degustadores de arte. Ése es el caso de David Padilla Martínez (Jaén, 1958) que ha reunido en un CD-ROM su abundante producción pictórica sobre el casco antiguo de Jaén, el mismo que él ha retratado en las dos últimas décadas desde su estudio de la calle Gracianas. Son más de 200 obras desglosadas temáticamente (paisajes, personajes, rincones...) y recopiladas en un producto multimedia elaborado por la empresa jiennense La factoría de las ideas, dedicada al diseño gráfico.

El artista jiennense es un claro referente de la pintura hiperrealista. El escritor ubetense Antonio Muñoz Molina lo definió así: "El realismo de David Padilla es, a la vez, jiennense y americano, velazqueño (...) reflejo en vidrio, textura de superficie, la transparencia de una copa de cristal". Padilla es un pintor de pocas palabras -Mejor pintar es el título de su exposición virtual-, pero se ha atrevido a definir su concepto de artista como "compromiso en la vida, guiño social y tiempo engullido".

De su compromiso social dan cuenta buena parte de sus cuadros. Temas como los sin techo o los mendigos de las plazas jiennenses están presente en sus obras. En esta inusual exposición multimedia Padilla se acerca al paisaje para describir lo esencial del momento, una fotografía de lo contemplado.

Personajes y rincones

Paisajes urbanos y cotidianos de la catedral (donde son numerosas las referencias al arte renacentista del templo que diseño Andrés de Vandelvira), La Alameda, La Carrera, San Ildefonso, La Magdalena, El Pósito; rincones y detalles inspirados en la taberna El Gorrión, los Almacenes El Pósito, el Pilar del Arrabalejo o las plazas de San Agustín o San Bartolomé; o personajes como los antiguos zapateros, los arrieros y otros iconos del casco antiguo jiennense, como Falito o El Cañaillas.

David Padilla es, en definitiva, un fiel testigo de la realidad que persigue, un pintor depurado de técnica y muy pulcro de ejecución. "Mi alfabeto son los colores. Pinto con la intención de conseguir un abrazo limpio y no espero más recompensa que una décima de segundo de complicidad", explica el artista plástico jiennense.

Formado en la Escuela de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, de Sevilla, Padilla alterna la docencia con su dedicación a la pintura. Desde 1984 ha protagonizado una docena de exposiciones individuales y 16 colectivas. Ninguna tan novedosa como ésta que ha producido La factoría de las ideas. El autor considera que con este soporte se facilita la difusión de su obra y hace posible que más gente conozca de primera mano su actividad creativa.

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