La policía teme represalias contra un juez y un fiscal por la mafia georgiana
La policía pidió el pasado mes de julio a los puestos fronterizos que extremaran la vigilancia sobre personas de origen georgiano que intentaran entrar en España después de recibir informaciones no contrastadas acerca de que la mafia de ese país podría tomar represalias por la llamada Operación Avispa.
Esta operación, iniciada a mediados del pasado mes de junio y que continúa abierta, está dirigida contra grupos mafiosos de la antigua Unión Soviética afincados en el litoral mediterráneo español y ha llevado hasta el momento a la detención de una treintena de personas, la mayoría de ellos miembros de mafias rusas.
Según informaron fuentes policiales, a finales del pasado mes de julio se recibieron informaciones no contrastadas procedentes de la república ex soviética de Georgia que apuntaban a que algunos de los implicados en la operación podrían haber mantenido una reunión en la que se habría hablado de tomar represalias, mediante la contratación de sicarios, contra autoridades judiciales y policiales españolas. La Operación Avispa, desarrollada por el Cuerpo Nacional de Policía Nacional, estuvo dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu y por el fiscal anticorrupción David Martínez Madero.
Las fuentes consultadas indicaron que ante las noticias recibidas, cuya veracidad no ha podido ser acreditada, se decidió cursar una "instrucción operativa" a los puestos fronterizos españoles y poner los hechos en conocimiento de los encargados de la seguridad del juez y del fiscal. Añadieron también que desde que se tomó esta iniciativa no se han detectado movimientos sospechosos de ciudadanos georgianos en las fronteras españolas.
