Dos Alemanias
Cada vez que se aproximan elecciones en Alemania los medios españoles vaticinan que la izquierda va a perder. Incluso predicen una caída vertiginosa. Luego sucede otra cosa, y gana. Algunos pensarán que los medios españoles son de derechas y no es exactamente así. Son muchos, casi todos; hay otros que tienen dentro roedores derechistas que hacen ver las cosas así; luego está el gravísimo punto oscuro de los que sólo creen lo que les dicen, y lo que les dicen procede de la campaña de los que le quieren quitar de en medio. Es fácil ver que en esta nueva democracia de después del comunismo, esta democracia triunfante, la cuestión de los votos no lo dice todo, sino que cantan con más fuerza quienes tienen el dinero que se traduce en fuerza. Ya no se rompen las urnas o se falsifican las papeletas, sino que se falsifica al elector antes. Por hablar en términos fáciles, y sin embargo reales, la derecha tiene los medios y el dinero, y la izquierda sigue siendo relativamente pobre.
Como en las elecciones anteriores, la democracia cristiana va cayendo a última hora. Es inútil recordar que toda vez que aparece la palabra "cristiana" se trata de un partido de derechas (cosa que no sucede con los humanos: hay cristianos de izquierda, y ateos de derechas). Llega a las elecciones. La alianza de estos cristianodemócratas con los liberales también necesita alguna explicación: el liberalismo es ahora de derechas, es del capitalismo triunfante. Dicen ellos de este grupo que es de centro-derecha, y no es muy exacto. Frente a ellos aparece la alianza de Schröder, o sea su socialdemocracia con los Verdes y el Partido de la Izquierda. Si volvemos a los nombres, todos fallan: la socialdemocracia ya no es el partido rojo de Rosa Luxemburgo y Karl Liebnich sino un centro: no pretende socializar nada, como no lo pretende el PSOE. Y la izquierda es bastante tranquila. Quiere decir eso que lo que se dirime el domingo está entre un centro- derecha y un centro-izquierda: y que los votos que iban a dar el dominio a la derecha, según los adicionales rumores y encuestas, se los van retirando y ahora aparece cada coalición con un porcentaje igual. Hay un momento en que todos hablan de problemas populares, y parece que impresiona más la oferta de descenso de impuestos de Schröder que la estabilidad de la señora Merkel.
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