Santana Motor lanza en Linares su segundo vehículo de fabricación propia

La factoría automovilística Santana Motor presentó ayer su segundo modelo de fabricación propia, el todoterreno de dos versiones 300 y 350, con el que aspira a fabricar en torno a 7.000 unidades al año. Este vehículo, que hereda las raíces del antiguo Vitara, ayudará a la empresa de Linares, propiedad de la Junta, a lograr su independencia con la multinacional japonesa Suzuki.

El nuevo modelo de Santana se fabrica en dos versiones, el 300 de tres puertas y el 350, de cinco, con motores de gasolina y gasoil. Se trata de un todoterreno de uso familiar que hereda parte de la tecnología del antiguo Suzuki Vitara. La compañía Italdesign, especializada en el mundo del automóvil, ha sido la encargada de remodelar este modelo para obtener un nuevo vehículo que mantiene las motorizaciones del actual, por lo que en versión gasolina se montarán los motores 1.6 de Suzuki, y de 2.0 en el diesel.

El Santana 300/350, que empezó a fabricarse en junio y del que ya han salido 1.000 unidades, es el segundo modelo que se fabrica con tecnología propia en la planta de Linares. El primero fue el Aníbal, que el año pasado ganó el concurso del Ministerio de Defensa para convertirse en vehículo oficial de las Fuerzas Armadas españolas para al menos cinco años. El Aníbal se impuso al Uro, de la gallega Urovesa, y al Defender de Land Rover.

El director comercial de Santana Motor, Juan Luis Cornejo, cifró ayer las perspectivas de producción del nuevo Santana en 7.000 unidades al año. "Es un reto importante para crear la imagen de marca de Santana", señaló el directivo, que admitió que el vehículo les ayudará a "ser cada día más independientes".

Los modelos Aníbal y 300/350 forman parte del plan de diversificación puesto en marcha por la Junta -accionista mayoritaria de Santana-. La principal plasmación de ese plan va a ser la nueva planta de montaje de trenes ligeros que está a punto de finalizarse en las instalaciones de Santana, que hasta ahora sólo ha fabricado vehículos en sus 50 años de vida. Esta planta la gestionará una empresa mixta donde el 67% del capital estará en manos de la empresa vasca Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) y el 33% restante en manos del Instituto de Fomento de Andalucía (IFA). La previsión de la Junta es que a partir de enero saldrán de aquí los primeros trenes ligeros para el Metro de Sevilla, y podrían seguir después los de Málaga y Granada.