Bush sacrifica al responsable de emergencias para frenar las críticas
Colin Powell denuncia los fallos de coordinación tras el huracán
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, sacrificó ayer al responsable del organismo que coordina la respuesta a las situaciones de catástrofe, Michael Brown, enormemente criticado por su actuación tras el huracán Katrina. Brown fue "llamado a Washington" y retirado de las operaciones en Nueva Orleans, aunque no destituido.
Bush tomó esta decisión mientras crece la marea de críticas a su gestión, que van dejando una huella creciente en las encuestas. El organismo encargado de la emergencia reaccionó con gran lentitud, rechazó la colaboración de la Cruz Roja en un principio y fue incapaz de coordinar los recursos federales y estatales.
El ex secretario de Estado Colin Powell se sumó ayer a las críticas contra la gestión de Bush. "Hubo muchos fallos a todos los niveles: local, del Estado y federal; había suficientes advertencias sobre los peligros que corría Nueva Orleans y no se hizo lo suficiente". El 58% de los ciudadanos cree que hubo un mal manejo de la crisis, según una encuesta de la CBS.
Las fuerzas de seguridad seguían ayer trabajando en la evacuación de Nueva Orleans, mientras los equipos de rescate empiezan a recoger los cadáveres que el descenso de las aguas va dejando al descubierto.
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