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David Gray pone música a las emociones

'Life in slow motion' reúne una decena de canciones "llenas de historias cotidianas"

David Gray (Manchester, 1968), compositor e intérprete y, a decir de muchos, entre los que se encuentra Joan Baez, uno de los más firmes candidatos a suceder a Bob Dylan en el trono de los fabricantes de canciones, pone estos días en circulación en todo el mundo su séptimo elepé Life in slow motion, una decena de delicadas composiciones llenas de emoción, imágenes poéticas y gusto por la belleza musical. Canciones que, muy probablemente, conducirán a su autor a mantener el éxito de ventas que comenzó en su carrera con White ladder, del que vendió seis millones de copias en todo el mundo, y su último álbum A new day at midnight, cuatro veces platino en su Inglaterra natal.

Life in slow motion tiene para su autor connotaciones claramente visuales: "Responde a la visión, al sentimiento cinemático que poseen las letras de las canciones. Cada tema es una especie de instantánea que necesita su tiempo de exposición, su timing propio. Así es como yo siento la vida a cámara lenta". Lenta como transcurre el tempo de composiciones delicadas y profundas, con sentimientos a flor de piel e historias cotidianas al alcance de cualquiera. La sombra de Van Morrison asoma tras The one I love, un tema que nace a partir "de la imagen de alguien flotando en una piscina de su propia sangre, un chico al que han disparado. La verdad es que fue esa imagen la que me escogió a mí. Fue lo primero que se me vino a la cabeza y a la guitarra. Supongo que algún tipo de reflexión sobre la vida a través de los ojos de ese chico. Un tipo de canción que me llegó a partir de una imagen".

También Alibi, From here you can almost see the sea y Ain't no love alcanzan grandes momentos líricos y la ironía -"un recurso que suelo usar muy a menudo cuando escribo"- aparece en Hospital food: "Eso habla de la mierda que encontramos cada día en nuestro plato y que nos comemos debido a la influencia idiota de la televisión".

Punto de inflexión

Life in slow motion supone un punto de inflexión para Gray en múltiples sentidos. En el sentido físico, porque es el primero que graba fuera de su estudio casero: "Anteriormente había grabado siete discos directamente en mi dormitorio y la verdad es que no me fue mal. Pero esta vez pensé que era tiempo de cambiar y me apetecía trabajar con computadores y secuenciadores. Sobre todo quería escucharme tocando con toda la banda a la vez y eso sólo se podía hacer en un lugar muy grande. El sonido que había tenido hasta la fecha era muy predecible y buscaba otra cosa".

También desde el punto de vista de la producción, ya que Gray, que siempre había despotricado contra los productores, se ha decidido a trabajar en este álbum con Marius De Vries, responsable del sonido de algunos de los más importantes álbumes de David Bowie, Rufus Wainwright, Madonna o U2: "Durante muchos años me he sentido poco cómodo y muy inseguro con mi música. Para mí un productor siempre ha sido alguien que quitaba cosas y ponía otras en su lugar en mi música. Pero, una vez más, es tiempo de cambiar y me di cuenta de que necesitaba un reto. Marius ha conseguido sacar cosas de mi música que yo nunca habría podido lograr". Todos estos cambios hacen pensar en que Gray apuesta definitivamente por un nuevo camino artístico: "Este disco es, sin duda alguna, un nuevo comienzo para mí. Cada vez estoy más interesado en el proceso de grabación y eso se puede notar en el sonido de este álbum: es más grande, más amplio, más elegante".

David Gray, en una imagen de promoción.
David Gray, en una imagen de promoción.
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