Alerta en el bólido de Alonso

Lo inédito hasta ahora en el Campeonato del Mundo de fórmula 1 podría suceder en el mítico circuito belga de Spa-Francorchamps.

"Creo que sí, cambiaremos el motor de Fisichella por precaución", declaró ayer Flavio Briatore, jefe de la escudería francesa.El italiano perderá diez posiciones en la parrilla de mañana debido a la penalización que impone la Federación internacional de Automovilismo (FIA) a quienes reemplazan el motor antes de que éste haya tomado parte en dos carreras.

"Mi coche está bien. Yo tengo el mismo temor de siempre: que no resista", afirmó el español

La carrera de Monza acabó pasando factura al motor del italiano, que es idéntico al del español

El Gran Premio de Monza del pasado domingo acabó por pasarle factura al bólido de Fisichella. El esfuerzo al que se vieron sometidos los propulsores de los monoplazas en la prueba italiana, en un trazado que obliga a las mecánicas a girar a su régimen máximo durante el 70% del tiempo, hizo mella en el motor de su R25. Quedó dañada una de las válvulas del propulsor V10, el mismo componente que obligó a cambiar entonces el motor del McLaren MP4-20 del finlandés Kimi Raikkonen.

Tras rodar sólo seis vueltas en el entrenamiento matutino que se llevó a cabo ayer bajo una lluvia intermitente, el Renault con el número 6 que conduce el italiano regresó al box. Después de mucho dialogar, el equipo optó por cambiar el motor por uno nuevo. Los estudios que los ingenieros de Renault realizaron en el monoplaza de Alonso tras la carrera en Monza, en la que fue segundo, no evidenciaron problema alguno, pero sirvieron para alertar a la escudería francesa con vistas a la cita de Bégica, puesto que los motores de ambos pilotos son idénticos.

Si, al igual que Fisichella, el motor del español dice basta, la pérdida de diez posiciones en la parrilla de domingo supondría, si Raikkonen no falla de nuevo, un aplazamiento en la proclamación del asturiano como el campeón más precoz de la historia. Alonso no tomó parte en los ensayos libres de la mañana (en los que el mejor tiempo lo marcó Raikkonen) pero, a diferencia de lo que ocurre casi siempre, ayer no fue por decisión propia. "La bomba de aceite no encajaba bien", explicó Alonso. "Hemos preferido no forzar la mecánica y esperar una nueva que llegaba de Inglaterra sobre las once de la mañana, por eso no he salido a la pista", explicaba el piloto español, uno de los pocos que rodó por la tarde bajo un intenso aguacero. Precisamente fue una fuga de aceite lo que el año pasado obligó a Alonso a abandonar la carrera de Spa cuando era el líder.

"Mi coche está bien, y yo tengo el mismo temor de siempre", explicó Alonso; "que no aguante. Llevo 15 carreras sin que el motor falle y, si tuviera algún signo de que no va a aguantar, lo cambiaría. Ahora no es cuestión de arriesgar", concluyó el piloto. Si finalmente, y forzado por las circunstancias, Alonso estrena motor en Spa, debería mantenerlo en Brasil, próxima cita del campeonato, lo que significaría el aplazamiento de la última evolución del motor Renault prevista inicialmente para la carrera carioca.

En el otro lado, las flechas plateadas parecen haberse despedido ya, según las declaraciones de Raikkonen y Juan Pablo Montoya, del título de pilotos. Los ingenieros de la planta que la escudería posee en Wooking ya trabajan, desde hace meses, en el coche que verá la luz en 2006 y, sobre todo, en la fiabilidad, su caballo de batalla este año. Lo ocurrido ayer con el MP4-20 de Montoya es el enésimo ejemplo de ello. El colombiano estrenaba motor, pero no salió a la pista porque los ingenieros detectaron un problema y lo reemplazaron por uno nuevo.