Dos apellidos de altura

Los apellidos Diosdado y Marsillach se encuentran sobre el escenario del Círculo de Bellas Artes a partir de hoy. El motivo que los une es el montaje Con las alas cortadas: Ana Diosdado lo dirige y Blanca Marsillach lo protagoniza junto a Juan Gea. Para la primera supone el regreso a las tablas en su faceta de directora, mientras que Marsillach se suma a la producción del espectáculo, y ya es el tercero tras Las entretenidas y Al desnudo. "Yo quería que ambos apellidos quedasen unidos, en recuerdo del padre de Ana, Enrique, y del mío, Adolfo", comenta Blanca Marsillach. "A mí me hacía mucha ilusión lo de unir profesionalmente dos familias, y creo que lo hemos conseguido con este espectáculo", añade.

"Hubo momentos duros porque todos tenemos nuestros egos grandes", dice la actriz

Sin embargo, la actriz no oculta que su relación con Ana Diosdado tiene un sabor agridulce. "De ella he aprendido mucho como empresaria sobre todo, pero no voy a negar que hubo momentos duros porque todos tenemos nuestros egos grandes y en algún momento entran en conflicto artístico", confiesa. "Ana, como mi padre, tiene un sentido del humor muy suyo y reconozco que eso ha provocado algunas tensiones de vez en cuando, pero, por encima de todo eso, yo la adoro", remata Marsillach. Por el contrario, el actor que comparte el escenario con la artista se lleva todo tipo de elogios: "Es lo mejor que me ha ocurrido en mi carrera profesional", aclara la actriz. "Es un hombre de verdad, con un carácter estupendo, buenísimo actor, generoso, es como mi hermano", agrega Blanca, sin disimular que su vieja admiración por Gea comenzó cuando el actor actuaba con Adolfo Marsillach.

A pesar de que Con las alas cortadas lleva un año paseando por los teatros españoles, la protagonista del montaje cree que su personaje "todavía tiene que hacer un pequeño clic" y espera que ese ajuste ocurra en el estreno de hoy.

La productora de Blanca Marsillach, la estadounidense Elise Varela, eligió la obra de John Godber para representarla en la versión española. "Ella tiene una gran visión teatral, selecciona todas mis obras y conoce bien los personajes que me van mejor; hace tiempo le pareció que la obra April in Paris [título original de Con las alas cortadas] tenía un humor muy a lo Monthy Phyton y que encajaba bien conmigo", explica. Así, aunque el arranque de la función tiene los tintes trágicos de la destrucción de un matrimonio "cuyos enfrentamientos están al borde de lo físico", según la actriz, "poco a poco va cambiando el tono y el desamor se va sustituyendo por la esperanza y la buena voluntad".

Marsillach se pone en la piel de Bet, una vendedora de zapatos casada con Al, un obrero en paro y con depresión. "Al principio hay un pique continuo, es como una pelea de gallos, pero el premio conseguido en un concurso de televisión replantea las cosas", explica Marsillach.

Con las alas cortadas. Sala Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes. Marqués de Casa Riera, 2.