IU-ICV cuestiona la independencia del CSN al permitir la reapertura de la central Vandellòs II
El diputado de IU-ICV Joan Herrera cuestionó ayer la independencia del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) al permitir la reapertura de Vandellòs II (Baix Camp) sin que se hayan implementado todas las medidas de seguridad requeridas y afirmó que se trata de "otro episodio oscuro de la industria nuclear".
Herrera manifestó que es "insólito que se haya dado la autorización de reapertura cuando el mismo CSN sostiene que no se han implementado todas las medidas de seguridad requeridas por el Congreso". El diputado citó, como ejemplo, el proceso de corrosión que sufre el servicio contra incendios de la central. "Lo que vuelve a suceder es que ha primado nuevamente el interés económico por encima de la seguridad", dijo Herrera, quien recordó que la central pierde 700.000 euros cada día de inactividad y consideró que en el caso de la energía nuclear "la seguridad ha de ser del cien por cien". El diputado ecosocialista afirmó que la decisión del CNS es "una nueva demostración de la falta de independencia de quienes han de controlar", y solicitó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero "más rectitud y más exigencia" en energía nuclear. El próximo día 13, el Congreso votará una proposición de ley presentada por IU-ICV sobre la reforma del CSN, con el objetivo de garantizar su independencia y la participación de las comunidades autónomas.
La central nuclear Vandellòs II volvió a funcionar ayer tras el problema de corrosión registrado en marzo de 2004 en su sistema de refrigeración, que le obligó a estar cinco meses y medio parada y a renovar su organización, y que alcanzó el nivel 2 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES). El citado proceso de corrosión del sistema tuvo su origen en el ambiente marino, ya que la central se encuentra a pocos metros del mar, un hecho que ya fue advertido por el ex gerente de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs (ANAV), la empresa que gestiona las tres nucleares catalanas operativas. De hecho, en agosto del año pasado, Vandellòs II tuvo una parada temporal por un problema de corrosión.
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