José María Pou se lanza a la dirección teatral con 'La Cabra'
El actor interviene también como productor e intérprete de la obra del dramaturgo estadounidense Edward Albee, que se estrenará en Barcelona en noviembre
Tres décadas y media después de su debut en la profesión de actor, y tras haber intervenido en 44 espectáculos teatrales, José María Pou se ha animado por fin a dirigir un montaje escénico. Su estreno se producirá el próximo mes de noviembre en el teatro Romea de Barcelona con La cabra o Quién es Sylvia, el último texto del dramaturgo norteamericano Edward Albee. A poco más de un mes de iniciar los ensayos, Pou vive este nuevo reto profesional con una mezcla de ilusión y angustia -"tanta que llegué a ir al médico alarmado por un dolor en el pecho", dice-.
No le teme al valor de la obra, del cual no tiene duda alguna, tampoco a cómo vaya a juzgarse su trabajo, sino a la incertidumbre de "si el público lo recibirá con la misma intensidad que yo". Y es que si ha decidido embarcarse en esta aventura, de la que es también intérprete, productor y traductor, lo ha hecho tras experimentar un auténtico flechazo por la obra, y después de haber rechazado distintas propuestas para dirigir otros espectáculos.
"Fui a ver La cabra a Nueva York antes del estreno, cuando se encontraba todavía en funciones previas, y pasados 10 minutos del inicio de la representación estaba absolutamente conmocionado, fue como la caída del caballo de san Pablo, supe enseguida que quería interpretarla, producirla y dirigirla. Al acabar el espectáculo sentí la necesidad de llamar a varios amigos en España para contarles lo que había sentido y decirles que la iba a hacer".
Al día siguiente inició las gestiones para adquirir los derechos en castellano y catalán y dos meses después, con ellos en la mano, estaba dispuesto a montar la pieza. Pero se cruzaron en su camino varios proyectos irresistibles e inaplazables, como la larga gira de Celobert, de David Hare, y el exitoso Rey Lear, dirigido por Calixto Bieito, además de diversas películas y trabajos en televisión. Así que la peripecia se ha retrasado tres años, pero ahora Pou ya no piensa en otra cosa. "Aunque considero que el trabajo como actor es una culminación en sí mismo y no veo la labor del director como algo superior, llevaba tiempo con muchas ganas de enfrentarme al reto de algo nuevo, de saber qué se siente cuando eres responsable total de un espectáculo".
La cabra es un texto controvertido protagonizado por un prestigioso arquitecto, flamante ganador del premio Pritzker, felizmente casado y con un hijo. Pero la felicidad familiar se quiebra el día en que el hombre cumple 50 años y confiesa a los suyos que está enamorado de una cabra, con la cual mantiene una intensa relación zoofílica.
"La zoofilia y el bestialismo son dos grandes tabúes en la sociedad actual", reflexiona Pou. Pero al mismo tiempo señala que las tendencias sexuales del protagonista son "un elemento absurdo que Albee necesita para hablar del ser humano". Y así señala que el auténtico tema de fondo del montaje es "plantear dónde están los límites de las personas, hasta dónde estamos dispuestos a aguantar".
De modo que las reacciones de la esposa (interpretada por Marta Angelat), una dama exquisita capaz de sacar lo peor de sí misma y de plantear situaciones de violencia verbal y física, y del hijo (Pau Roca) son un elemento dramático fundamental. En la obra hay un cuarto personaje, un amigo de la familia (aún no se ha decidido quién lo interpretará) que funciona como catalizador de la historia.
Pou cree que este montaje le servirá para mostrar al público, de un modo global, cuál es su concepto del teatro y de la dirección. "Veo al director como alguien con la capacidad de dar forma y coordinar el material que aportan el autor y el actor", describe. Y en cuanto al tipo de teatro que le gusta, habla de "aquel que permite al público identificarse en una serie de problemas y situaciones y tiene la capacidad de transformar al espectador".
El actor y futuro director cita las reflexiones del propio Albee en relación a La cabra: "Por fin he escrito la obra que me expulsará del teatro americano. El teatro debe cambiar nuestras percepciones, de lo contrario es sólo decorativo". Albee erró en su pronóstico y la obra fue galardonada en 2002 con un premio Tony al mejor espectáculo no musical, y se ha estrenado en una decena larga de países. Los ensayos de la versión catalana se iniciarán el 1 de octubre, y la obra se estrenará en el teatro Romea el 21 de noviembre.
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