Vacaciones dando la nota

María José Luque toca el clarinete en la banda de su pueblo, Marmolejo; Mari Carmen Melero, el fiscorno en la de Martos; Roberto Chiachio, la tuba en Porcuna; Francisco Ojeda, el saxo en Villanueva del Arzobispo; Marina Mata y Jerónimo Morales, la flauta y la percusión en Baeza. Todos ellos son unos enamorados de la música y este verano han elegido pasar sus vacaciones dando la nota.

82 jóvenes menores de 20 años se dan cita desde el pasado día 16 y hasta el próximo 28 en Baeza (Jaén) en el Taller Provincial de Música, una iniciativa organizada por la Diputación jiennense en colaboración con el Ayuntamiento baezano, que ya cumple 17 años. Desde entonces han pasado por el taller 750 chicos, muchos de ellos convertidos ahora en músicos profesionales de importantes bandas y orquestas sinfónicas del país.

Este año, los alumnos proceden de 24 agrupaciones musicales de la provincia, aunque es la banda municipal de Baeza la que más jóvenes aporta, con 30. Todos ellos forman ahora la banda provincial que ayer mismo se estrenó con un concierto en la localidad de Torreblascopedro para seguir a lo largo de esta semana una gira por Torreperogil, Peal de Becerro, Lahiguera y Baeza, donde se clausurará el taller el próximo domingo. Los conciertos ofrecen un programa compuesto por obras de Agustín Díez Guerrero, Franz Vön Suppé, Jacinto Guerrero o Mitch Leigh, además del estreno de la obra Sol y estrellas, compuesta por Francisco Morales, uno de los profesores encargados de instruir a los chicos.

Muy atentos estarán en estos conciertos los profesores del taller provincial, desde el director del mismo, Martín Morales, a Gerónimo Morales y Santiago Calonge, que dan clases en viento y metal; Miguel Garrido y Antonio Ferrús, en viento y madera; y Francisco Morales, en percusión. "Lo más importante es la convivencia, somos una familia con un espíritu muy musical", señala Martín Morales, artífice de este taller a finales de los años ochenta y uno de los cuatro hermanos de una familia con gran tradición musical.

Los alumnos pasan casi todo el día ensayando en el colegio Antonio Machado y el poco tiempo libre que tienen lo emplean bañándose en la piscina municipal o en las visitas culturales que se realizan en Baeza, ciudad que comparte el título de Patrimonio de la Humanidad con la vecina Úbeda. Tal es el grado de convivencia y compañerismo que muchos no pueden evitar las lágrimas cuando observan que el taller llega a su fin. "No es la primera vez que hemos tenido que parar una audición o un concierto porque la emoción se apodera de los jóvenes", comenta el director.

Este año, además, se ha incorporado un aula infantil, con una treintena de músicos prematuros -algunos incluso de tres años-, muchos de ellos de distintas provincias españolas y que aprovechan la estancia vacacional de sus familias en Baeza.

La Diputación beca cada año a los participantes en el Taller Provincial de Música que llegan de los pueblos de la provincia y que se alojan en la residencia de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA). Desde el área de Cultura se defiende esta actividad como una buena forma para que los jóvenes músicos tengan la oportunidad de avanzar en el aprendizaje y el perfeccionamiento y continúen formando parte de las bandas de músicas de sus municipios de procedencia.