Vacaciones de pesadilla en Costa Ballena

Pagaron hace cinco años entre 108.000 y 150.000 euros por viviendas de 100 metros cuadrados catalogadas como residencias de lujo en una de las mejores urbanizaciones turísticas de Cádiz. Costa Ballena, con playa propia, está situada en una zona privilegiada de la fachada atlántica de la provincia y fue promocionada como un ejemplo de diseño urbanístico dirigido al ocio y al descanso. "Eran, para la mayoría de nosotros, los ahorros de toda la vida", explica Juan Castaño, presidente de la comunidad de vecinos del grupo de viviendas Alca-Golf, una de las promociones de la urbanización.

A pesar de las exclusivas condiciones de la zona, los vecinos de este residencial, más de 700, padecen este verano un verdadero calvario como consecuencia de un defecto en el montaje de la red de suministro de agua.

Un estudio afirma que los afectados han consumido agua con restos fecales

El último dato, aportado por un estudio químico de la empresa Urbaser, ha puesto de manifiesto que los vecinos han consumido agua contaminada con restos fecales humanos, en altas concentraciones, procedente de la planta depuradora de la urbanización. Los vecinos temen haber contraído alguna enfermedad. "Estamos asustados, desconcertados y solos", asegura Castaño.

Los vecinos de Alca Golf sufrieron a principios de agosto un proceso masivo de gastroenteritis. Según el Servicio Andaluz de Salud (SAS), más de centenar y medio de personas resultaron intoxicadas por consumir agua contaminada del grifo. Las investigaciones posteriores demostraron que un enganche defectuoso en la red de abastecimiento de las viviendas permitió que la tubería de riego de la urbanización filtrase agua tóxica a las viviendas.

Los vecinos atribuyen lo ocurrido a un defecto de construcción de la promotora Alca. "Quizá llevamos consumiendo esta agua cada verano desde hace cinco años, cuando entregaron las viviendas", afirma Castaño.

El SAS ordenó el cierre del sistema e inició la desinfección de las tuberías de entrada a las viviendas mediante la inyección de una solución concentrada de cloro. Sin embargo, 15 días después, los técnicos no habían conseguido erradicar el problema.

El secretario de la delegación de Salud en Cádiz, José Dorronsoro, asegura que "la contaminación es mayor" de lo que se pensaba, de ahí el retraso en la limpieza de la red. Dorronsoro asegura que la competencia del SAS se limita a "comprobar que se cumplen los requisitos de salubridad necesarios" y que, al tratarse de una propiedad privada, "deben ser los constructores o los propietarios los encargados de realizar las mejoras necesarias".

El pasado viernes, la promotora Alca presentó al SAS un plan de actuación dirigido a erradicar la contaminación, pero, según los vecinos, el SAS lo ha rechazado porque la documentación era insuficiente. La empresa ha instalado, en el exterior de las viviendas, una red provisional de suministro de la que en la actualidad se valen los vecinos para el consumo y el aseo personal.

"No podemos entender cómo en el siglo XXI nadie es capaz de tomar medidas eficaces" concluye Castaño. Entre tanto, los vecinos siguen padeciendo daños residuales provocados por la infección.