El 'glamour' occidental conquista los escaparates de la nueva China

Desde las galerías comerciales que laten bajo el hotel China World, hasta los alrededores de la calle Wangfujing, cerca de Tiananmen, decenas de tiendas de las marcas de lujo compiten en Pekín por captar a los nuevos millonarios chinos. Dior, Omega, Lamborghini, Armani, Bentley, Tiffany o Vuitton despliegan su glamour ante una sociedad que hace dos décadas desconocía el lujo.

Al calor de la profunda transformación que vive el país, las revistas de moda no quieren perderse el creciente y lucrativo negocio. Harper's Bazaar, Elle o Marie Claire están en China desde hace tiempo. A ellas acaba de sumarse la que se considera como una de las más influyentes publicaciones de moda: Vogue. La revista llegó a los quioscos el 10 de agosto en su versión en chino, a un precio de 20 yuanes (dos euros). Condé Nast -su editorial- se ha asociado con la compañía estatal China Pictorial para poner en los estantes 300.000 ejemplares. En la portada del primer número figura la supermodelo australiana Gemma Ward, de 17 años, flanqueada por cinco modelos chinas -entre ellas, Du Juan, Miss China 2003-, fotografiadas por Patrick Demarchelier. Alrededor del 25% de las 430 páginas de la revista es publicidad, entre otros, de Prada, Gucci, Hermès o Dolce & Gabbana. El resto del contenido es una mezcla de producción local y extranjera. Vogue, que tiene 15 ediciones y 15 millones de lectores en el mundo, ha esperado hasta que el mercado estuviera maduro para iniciar la aventura asiática. La editorial estadounidense considera llegado el momento de seducir a la nueva generación de mujeres chinas -muchas de ellas exitosas empresarias y profesionales liberales-, especialmente aquellas de entre 25 y 40 años que están interesadas en la moda.

"China es ya un mercado muy importante para las revistas, y tiene un enorme potencial. En lo que respecta a los lectores, ha madurado considerablemente durante los últimos años y creemos que es el momento adecuado para lanzar Vogue", explica James Woolhouse, presidente de Condé Nast para Asia Pacífico. Hasta hace poco, los hombres representaban más del 60% del gasto en artículos de lujo. Pero la situación está cambiando. Las mujeres cada vez dedican más dinero a la moda y los cosméticos caros.

El interés de las marcas exclusivas por los nuevos ricos chinos es una muestra del campo que se ha abierto para las revistas extranjeras. "China es sin duda el mercado más importante que tenemos ante nosotros", dijo Paolo Fontanelli, director financiero de Giorgio Armani. El diseñador italiano ha abierto tiendas en Shanghai y Pekín. Aunque, como reconocen los profesionales del sector, para la mayoría de quienes pueden acceder al lujo en el gigante asiático, es tan sólo un medio de ostentación y de mostrar el estatus social.