"Un negocio necesita menos dinero del que se imagina"

Atrapalo.com nació en el peor momento que se podría suponer: en el año 2000, en pleno hundimiento de la burbuja.com. Con unos 60 millones de pesetas de entonces, esta compañía puso en marcha una plataforma en Internet dedicada a promocionar ofertas de ocio urbano y vacacional; una "buena combinación", dice Manuel Roca, "ya que el pico de una es el valle de la otra".

Atrapalo.com cumple ahora, por tanto, cinco años de vida, con 600.000 usuarios y 20 millones de euros de facturación en 2004. Cada año, desde el primero, sus ventas crecen un 100%, así que pretende acabar 2005 con 40 millones de euros de facturación. Tiene 55 empleados, y sede en Barcelona. Manuel Roca, barcelonés de 35 años y economista, es su director general.

"Los 60 millones de pesetas que conseguimos, comparado con lo que se movía entonces

Pregunta. ¿Cómo se les ocurrió fundar una puntocom en el año 2000?

Respuesta. Cuando te hace ilusión una cosa no eres muy consciente del momento en que lo haces. Te lanzas, encuentras personas que te apoyan y cruzas los dedos. En la época de la euforia se había generalizado realizar inversiones en negocios que luego no se consolidaban. Nosotros pensábamos en un producto de comercio electrónico cuyo objetivo, desde el primer día, era facturar. Queríamos ganarnos la vida. Por eso, no nos preocupamos por generar páginas vistas sino por dar valor a los clientes.

P. ¿Costó encontrar la financiación?

R. Sí. Eran momentos en que el sector se tambaleaba y los inversores estaban nerviosos porque querían resultados inmediatos. Nosotros conseguimos el dinero de lo que los americanos llaman las FFF (friends, fools & family, amigos, locos y familia). Los 60 millones que conseguimos, comparado con lo que se movía entonces, parecía un suicidio. Las empresas del sector invertían cientos de millones sólo en publicidad.

P. ¿Han pensado alguna vez lo que hubiera pasado si hubieran nacido dos años antes, en el boom?

R. No, no tenemos tanto tiempo [se ríe]. En cualquier caso, Atrapalo.com nació con una gestión similar a la de una empresa familiar, en la que la factura tiene un valor especial. Esto, que parece una obviedad no lo era tanto en los años eufóricos de Internet. Nosotros, al tener poco dinero, evitamos gastarlo en cualquier cosa que no fuera necesaria para mantener el negocio a flote. De hecho, gastamos tan poco que después de un año y medio nos sobró dinero del capital fundacional. Así que te das cuenta de que para empezar un negocio necesitas bastante menos dinero del que uno se imagina.

P. ¿Cuáles son, en su opinión, los factores que han hecho que su compañía siga creciendo?

R. Existen varios. El primero es que hemos acertado en el tipo de productos. El ocio vacacional y urbano son las estrellas del comercio electrónico. Un segundo factor ha sido conocer la tecnología de Internet. Esto nos ha permitido ir creando nuestra propia plataforma. Y hay otros factores, como el nombre, la calidad de gestión o el equipo profesional.

P. Dice que han evolucionado con calma, pero duplican ventas cada año...

R. Sí, lo de la calma es una ilusión más que una realidad porque la actividad es frenética. Lo que quiero decir es que, cuando el sector crece como lo está haciendo, no hay que luchar por las cuotas de mercado de tu competencia ya que, de momento, hay espacio para todos. Otra cosa es la exigencia que te imprime una empresa que dobla su dimensión año tras año.

P. ¿Cuáles son sus planes?

R. Somos la cuarta empresa del sector de viajes online por facturación y la primera si lo miramos por rentabilidad. Dentro de cinco años queremos ser los líderes en las dos variables. Para cumplir estos objetivos hemos relanzado nuestra imagen . También mejoraremos el producto, con nuevas ofertas, tanto de viajes como de espectáculos.

P. ¿Van a ampliar su negocio geográficamente?

R. Sí, aunque no es una tarea fácil. Las ofertas de ocio urbano son muy locales, y ampliar a nuevas ciudades supone un esfuerzo muy grande. En cualquier caso, en dos años queremos estar presentes con ofertas continuas en las principales ciudades de España.