Matthew McGrory, el actor más grande

Matthew McGrory, uno de los hombres más altos del planeta, de casi dos metros y medio de altura, murió en Los Ángeles el martes 9 de agosto por causas naturales a los 32 años.

McGrory, que había hecho su aparición estelar en el cine bajo la batuta del director Tim Burton en la película Big Fish interpretando a un tierno y amable gigante, y se encontraba inmerso en el rodaje de un biopic dedicado a Andre el Gigante, otro humano de dimensiones excesivas que se hizo célebre primero como experto en lucha libre y después como actor.

Según ha declarado Drew Sky, director de dicho proyecto, cuando conoció a McGrory en un bar hace cinco años y se pusieron a hablar de la película, McGrory le dijo sentirse plenamente identificado con los problemas a los que se enfrentó Andre.

"Hubiera hecho cualquier cosa por ser una persona de dimensiones normales un día por semana, para no sentir los ojos de la gente clavados sobre él, poder ir al cine como cualquier otra persona y pasear por las calles sin llamar la atención", recordaba Sky en el diario Los Angeles Times.

Desde su nacimiento el 17 de mayo de 1973, su tamaño marcó su vida. Hijo de padres de casi dos metros de altura, al nacer medía 60 centímetros de largo y pesaba 6,8 kilos. En 1998 entró en el Libro Guinness de los Récords por tener los pies más largos del mundo: uno medía 43,18 centímetros, y el otro, 43,68. También aparece en ese libro como el actor más alto del mundo.

De joven tocaba la batería; después decidió estudiar Derecho, pero pronto abandonó la Universidad de Widener para entregarse a la interpretación. Sus dimensiones marcaron también su paso por el cine, donde hizo carrera en películas de serie B en las que siempre obtenía papeles extremos como el de extraterrestre en Men in Black II, o el gigante Tiny Firefly en la película de terror La casa de los mil cadáveres, y en su continuación The Devil's reject, de este año. La magia del cine hizo posible que siempre se le retratara con lentes que aumentaban sus proporciones reales, convirtiéndole en un amenazador gigante frente a actores de dimensiones normales.

Sin embargo, fue el director Tim Burton quien le dio el papel más memorable de su carrera, al enfrentarlo a Ewan McGregor en el filme Big Fish -basado en la novela de Daniel Wallace- y convertirle en un entrañable ser de espíritu libre con el que el protagonista de la película entabla una profunda amistad pese a los más de tres metros de altura que se le suponen en la película y que aterran al resto de los personajes.-