Sin cuerpo para la épica
Concha Montaner, en longitud, y Glory Alozie, en 100 metros vallas, sucumben a las adversas condiciones meteorológicas
Hay noches para las grandes marcas y hay noches para la épica, atletismo a la antigua donde prevalecen los espíritus fuertes. En condiciones de extrema dificultad, atletas como la estadounidense Tiana Madison, vencedora de salto de longitud, y la jamaicana Tonique Williams, ganadora en los 400 metros, sacaron sus mejores recursos físicos y psicológicos. No se dejaron intimidar por el frío, el viento y el aguacero. Las españolas Glory Alozie y Concha Montaner no tuvieron cuerpo de épica. Se vieron superadas por los elementos. Se esperaba una buena actuación de Montaner después de su magnífico rendimiento en la serie de clasificación. Con fuerza, decisión y velocidad entró en la final sin descartar el podio. "Sí, pensé que podía conseguirlo", dijo tras su mediocre serie. Terminó en la 11ª posición, con 6,32 metros. Se declaró disgustada, pero no lo pareció en sus declaraciones. "No quiero daros ese gusto", declaró a los periodistas.
"Ya sé que en la víspera salté bien, pero las circunstancias eran muy diferentes"
"No quiero buscar excusas" dijo con respecto a las infames condiciones meteorológicas en las que se desarrolló la prueba. "No me he sentido bien. Tenía una sensación tremenda de frío y no he logrado sentirme dentro de la competición", comentó. Muntaner parecía especialmente interesada en mostrar su satisfacción por los resultados de la temporada. "Ha sido un año de cambios en todos los aspectos. He cambiado de entrenador, de técnica, de carrera, de todo. Estoy contenta. He conseguido mi mejor marca personal (6,92 metros) y creo que estoy en el camino correcto". Después de seis años dirigida por Rafael Blanquer, Concha Montaner tiene ahora como entrenador a José Peiró, bajo la supervisión de Juan Carlos Álvarez, el técnico que se encarga de la puesta a punto de Joan Lino Martínez, bronce en Atenas.
En todo momento quiso aparecer como una atleta fuerte, no como la saltadora que se había ganado fama de débil en las grandes competiciones: "Sabía que este no iba a ser mi gran año. Estoy en pleno periodo de cambios". Cuando se le preguntó por la inconsistencia que ha presidido su trayectoria, Montaner prefirió no hacer valoraciones. "Ya sé que ayer salté bien, pero las circunstancias han sido muy diferentes. Ayer hacía calor (la serie de clasificación se desarrolló antes de la impresionante tormenta de la tarde) y el viento era favorable. Hoy ha ocurrido todo lo contrario". Su primer salto -6,32 metros- precedió a sus dos decepcionantes marcas. En el tercer intento se encontró con un viento contrario de 3,1 m/s, obstáculo que virtualmente la eliminaba de la competición.
Poco antes que Concha Montaner entraba en la zona mixta Gloria Alozie. No podía evitar la irritación. Cuarta en su semifinal, se arrancó con una queja contundente: "No se tenía que haber disputado la carrera". Una cortina de agua se precipitó sobre las vallistas, con un vendaval que se hizo especialmente virulento en la carrera de Alozie. La atleta española consideró que las condiciones eran imposibles. "Antes de la prueba nos han metido a todas en la cámara de llamadas, apretadas como sardinas. Hemos pasado un rato larguísimo allí, sin poder hacer nada. Luego hemos visto lo que ha sucedido con la francesa Ferga, que se ha estrellado contra la pista después de un patinazo". El enfado de Alozie crecía. Amable por naturaleza, siempre correcta en la derrota, esta vez no podía contener su irritación: "Siempre pensé que no debían haber traído los campeonatos aquí".
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