Lecciones de guerrilla para el Depor
El cuadro de Caparrós gana al Newcastle tras superar un bronco partido
Agosto en Newcastle, en el norte de Inglaterra; 40.000 espectadores en Saint James Park y dos equipos con el cuchillo en los dientes como si estuviesen en cualquier noche invernal de la Copa de Europa. El fútbol ya ha colonizado todos los continentes del planeta y todas las estaciones del año, como confirmaban esas extrañas imágenes de agosto en Newcastle, donde las patadas y las tanganas sobresaltaron la placidez del verano. Un Depor sorprendentemente curtido a estas alturas manejó la batalla con solvencia y logró un puesto en la final de la Intertoto, que disputará ante el Marsella.
La leyenda que lleva inscrita en su camiseta el Newcastle no parece un anuncio comercial, sino un lema de armas: Northern rock (roca del norte), la mejor definición para un equipo con el viejo aroma británico. Tosco, belicoso, indesmayable y con arranques barriobajeros, el conjunto de Souness disputó el partido a pedradas. Y el Depor no se arredró.
NEWCASTLE 1 - DEPORTIVO 2
Newcastle: Given; Carr, Boumsong, Taylor, Elliot; Bowyer, Parker, Faye (Ameobi m. 52), Emre; Milner y Schearer.
Deportivo: Molina; Manuel Pablo, Andrade, Romero, Capdevila; Scaloni, Duscher, Sergio (Valerón m. 72), Munitis; Rubén (Juanma m. 62) y Tristán (Luque m. 55).
Goles: 1-0. M. 38. Tiro de Parker desde la derecha que convierte Taylor. 1-1. M.44. Duscher cabecea y Andrade eleva ante la salida del portero. 1-2.
M. 48. Error de Taylor al ceder al portero y Munitis marca.
Árbitro: Helmut Fleischer, alemán. Amonestó a Parker, Tristán, Schearer, Taylor, Munitis, Manuel Pablo, Juanma, Elliot y Capdevila.
Unos 40.000 espectadores en estadio Saint James Park.
El proyecto está en sus inicios, pero Caparrós ya ha conseguido que los futbolistas abracen fervorosamente sus principios. Con el entrenador sevillano ha aparecido un Depor menos exquisito y más fragoroso, un equipo en el que no juega Valerón y en el que la estrella del momento es Munitis. Seguramente Munitis necesitaba un técnico como Caparrós, alguien que valorase su espíritu miliciano. En cada ocasión de gol que se encontró anoche el Depor en Saint James' Park, tuvo su protagonismo Munitis, lanzando faltas y saques de esquina, tirando centros o marcando él mismo el segundo tanto, al inicio de la segunda parte, que puso la eliminatoria imposible para el Newcastle.
El Depor derrochó energía desde el primer minuto para encimar sin descanso al adversario y presionarle desde su área. El plan achicharró al Newcastle, que sacó lo peor de sí mismo: el fútbol más rudimentario, sin otra idea que buscar el remate de Shearer, y la actitud bronquista del que no encuentra soluciones en el juego. El Depor manejó el partido sin muchos problemas hasta que, pasada la media hora, Shearer hizo una perrería de viejo y cargó sin sentido contra Molina. El duelo derivó en una tangana permanente, el mejor escenario para el Newcastle, que marcó un gol de media carambola y volteó la eliminatoria (2-1 en la ida).
Pero en el Depor surgió al momento un goleador imprevisto. Andrade ya había marcado en la ida un tanto inverosímil y, en una incorporación al ataque en el último minuto de la primera parte, cazó un rebote y superó al portero con una ligera vaselina. El golpe se completó al poco de la reanudación, tras la clamorosa pifia de Taylor que permitió lucir la astucia de Munitis. Inglés hasta la médula, el Newcastle no capituló jamás. Pero tampoco falló el Depor, resistente y peleón toda la noche.
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