La lluvia obligó a cancelar el concierto de Barenboim en el Festival de Peralada

Daniel Barenboim y los jóvenes integrantes de la Orquesta West-Eastern Divan llegaron a Peralada con la lluvia como inesperada compañera. Lluvia en el festival ampurdanés significa posible cancelación a la vista, es decir, incertidumbre hasta el último minuto. No hubo suerte y al final se canceló el concierto. A pesar de los problemas climatológicos, el concierto había tenido un buen comienzo, vital y alegre. Pero la esperada fiesta musical -hay que ver lo bien que tocan los músicos de la West-Eastern Divan- se tornó en una insólita ceremonia de la confusión cuando las ruidosas quejas de un grupo de espectadores hicieron imposible terminar la segunda obra del programa. Barenboim hizo lo único que podía hacer: interrumpir el concierto.

Las caras de los jóvenes músicos al abandonar el escenario reflejaban una profunda decepción. Fue como jarro de agua fría, para ellos y para los espectadores -más de mil quinientos- que querían seguir vibrando con la música a pesar de las inclemencias del tiempo. Fue un frustrante final para todos. Barenboim aseguró a este diario que, si les invitan, el próximo año volverán a Peralada para compartir con el público su pasión por la música y la convivencia en paz. Los responsables del festival, por su parte, aseguraron que harán todo lo posible para conseguirlo.