"Debí ser más valiente"

Después de participar en dos finales en los Juegos de Atenas y dos en el mundial de Montreal, Erika Villaécija ha completado el mejor año del equipo español de natación. Ayer quedó sexta en la carrera de 800 metros que ganó con suficiencia Kate Ziegler. La estadounidense hizo 8m 25,31 segundos, una buena marca que sin embargo remite a los años setenta.

"Debí ser más valiente y seguirla cuando vi que se iba", dijo la nadadora catalana, en referencia a Ziegler. La estadounidense, que nada con más fuerza que clase, se mueve por la piscina de forma parecida a como lo hacía la legendaria Janet Evans, poseedora del récord de la distancia desde 1988.

Ziegler sacude mucho el agua y tiene una potencia de brazada y batida que la hace destacar sobre las demás. En la carrera del sábado nadó en la calle siete, a un costado, junto a la española, que se movió por la ocho. Para evitar las turbulencias propias de esa posición, para no quedarse cortada del grupo, sin referencias, Villaécija salió rápido. Llegó al primer 100 en segunda posición, con 1m 1,04 segundos. Pero Ziegler no perdió el liderato. Villaécija sí. Al pasar por la media carrera, nadaba en la quinta posición. Cuando tocó la pared, al final, fue sexta con 8m 36,34 segundos. Lejos de su mejor marca (8m 29,04 segundos) pero suficiente para superar a la británica Rebeca Cooke y la germana Jana Henke.

"Estoy contenta porque he nadado dos finales", dijo, al salir del agua; "pero debí intentar seguir el ritmo pasara lo que pasara. Debí ser valiente". La nadadora del CAR de Sant Cugat se culpó por no pasar del sexto puesto, el mismo que obtuvo en Atenas. Pero la valoración del año le dio ánimos: "Hay que pensar en ciclos olímpicos. Si considero que en el anterior mundial no fui finalista, entonces creo que voy mejorando. Este año hemos entrenado con los mismos métodos y no hemos bajado la cantidad. Tal vez, eso sí, hayamos entrenado más relajadas que en el año olímpico".