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MOTOCICLISMO | Gran Premio de Alemania

Poggiali da la victoria a Kallio en el octavo de litro

Oriol Puigdemont

Bandera roja.... "¡He ganado!" Esto es lo que debió pensar el finlandés Mika Kallio ayer en Sachsenring. A falta de cinco vueltas para la conclusión de la carrera de l25 cc, Manuel Poggiali sufrió un aparatoso accidente en el mismo tramo donde Carlos Checa voló el sábado a más de 200 kilómetros por hora. Tras un severo latigazo, el italiano salió por orejas y los despojos de su Aprilia se arrastraron hasta detenerse en la pista. Con el evidente peligro que comportaba para el resto de pilotos, los comisarios no dudaron y ondearon la bandera roja que indica que la carrera debe detenerse. La normativa de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) establece, en su artículo 1.25.4, que en las categorías de 125 cc y 250 cc, si se detiene la carrera cuando ya han transcurrido más de dos tercios, la prueba se dará por finalizada y se otorgarán los puntos de acuerdo con el último paso por línea de meta de todos los pilotos. Poggiali se accidentó en la vuelta 22 cuando estaban previstas 27.

Hasta el accidente, el finlandés Kallio, el húngaro Gabor Talmacsi y Julito Simón, todos de KTM, circulaban en los puestos delanteros junto al suizo Tomás Luthi, el italiano Marco Simoncelli y el checo Lukas Pesek. A falta de diez giros, Kallio y Luthi pusieron al máximo sus motores y lograron una renta de siete décimas respecto de Simoncelli que, carrera tras carrera, ve como su corpulencia es un handicap en esta categoría. Finalmente, el italiano y Talmacsi lograron contactar con los dos líderes, formando un grupo de cuatro corredores. Entonces, cuando la carrera cobraba una dimensión mucho más habitual en 125cc, con cuatro pilotos peleando por el triunfo, Poggiali cayó y Kallio ganó.

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