La nueva programación de TV-3
Leo lo de Bargalló en EL PAÍS del miércoles. Resulta que el primer consejero participó como comentarista invitado en la retransmisión de los campeonatos de fórmula 1 en TV-3. Eso propició que el comité profesional de Televisió de Catalunya lamentase la intervención de "casi tres horas del dirigente republicano en la cadena autonómica", que consideró "desproporcionada". En cambio, el departamento de Deportes justificó la participación del político en el programa "por ser un personaje relevante en el mundo del motor", dado que preside el Consorcio del Circuito de Cataluña. En el mismo sentido se manifestó el propio interesado. Y, eso sí, recordó que no había hecho "comentarios políticos y partidistas" durante la transmisión.
Es un detalle que Bargalló no hiciese comentarios políticos y partidistas durante la transmisión. Otro diputado menos íntegro se hubiese hartado de hacer comentarios políticos y partidistas durante la transmisión. La verdad es que la transmisión le venía al pelo para hacer comentarios políticos y partidistas. Pensemos sólo en el instante en que ese coche adelantó a ese otro. A Bargalló no le hubiese costado nada decir: "Veo que ese vehículo rebasa a ese otro por la izquierda, demostrando de este modo que la izquierda es la alternativa y que la derecha está caduca". O pensemos en eso otro momento en el que el ganador llegó a la meta. Otra persona menos honesta que Bargalló habría podido decir: "Este hombre me recuerda lo que yo quiero para Cataluña. Llega a la meta con independencia y autodeterminación. Y hay que aspirar a eso. A alcanzar la autodeterminación a todo gas".
Pero, lo que más me emociona del asunto son las palabras del interesado para justificar la participación en el programa. Ya que preside el Consorcio del Circuito de Cataluña, es normal que le inviten a hacer comentarios en un programa de automovilismo. Y me parece muy coherente. Tanto, que creo que los telespectadores nos merecemos más. ¿Para qué limitarnos sólo a disfrutar del político Bargalló en la pequeña pantalla? ¿Y Marina Geli? ¿Y Marc Romeva? ¿Acaso no tienen otras inquietudes o cargos presidenciales que les hacen aptos para ser comentaristas en la tele? Si Bargalló puede hacer de comentarista -brillantísimo- en tanto que presidente del Consorcio del Circuito de Cataluña, Marina Geli, Joan Clos y Caterina Mieras podrían ser el próximo trío de presentadores de la Marató de TV-3, junto a Josep Cuní. Son médicos y han demostrado siempre grandes inquietudes por la medicina. En cuanto a la consejera Tura, estaría estupenda presentando el Cuina x solters, ahora que Isma Prados nos deja. Sería de lo más normal que Tura se quedase con el trabajo de Isma, porque, según la web de la Generalitat, ha presidido Mercamollet, SA. Además, como Isma, nos podría ir dando consejos de urbanidad mientras pela patatas. Que si no hay que correr en carretera, que si es mejor subir andando a casa que coger el ascensor... En cuanto al consejero de Gobernación y Administraciones Públicas, Joan Carretero i Grau, podría salir en todos los programas deportivos de la cadena comentando los nuevos fichajes. Creo que sería un buen recambio de Pere Escobar. Ha sido presidente del Club de Futbol Puigcerdà durante dos años y es socio del Barça. Pero, con un poco de imaginación, hasta Antoni Siurana, consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, podría tener un lugar destacado en nuestra tele. Como alcalde de Lleida y como presidente del Consejo Directivo de la Fira de Lleida que ha sido, le veo interpretando La memoria dels cargols, junto a Joan-Lluís Bozzo.
Claro que siempre hay políticos corruptos, o políticos sin aficiones destacadas. A los primeros se les puede poner presentando reposiciones del Vostè jutja, y a los segundos, haciendo de figurantes en Ventdelplà. Pero lo más hermoso de toda esta cuestión es que, gracias a Bargalló, podrían hacerse realidad los sueños más húmedos de algunas militantes de ERC. Nadie ignora la vinculación del teniente de alcalde, Jordi Portabella, con el Zoo de Barcelona. Sería extraordinario verle presentando El caçador de cocodrils, esa serie en que un señor australiano, bronceado y semidesnudo se pelea con los reptiles sin dejar de mirar a la cámara.
moliner.empar@gmail.com
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