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Reportaje:MOTOCICLISMO | Gran Premio de Gran Bretaña

Solo de Rossi bajo la lluvia

El piloto italiano remonta tras un flojo inicio y Gibernau abandona por una caída en una carrera condicionada por el mal tiempo

Oriol Puigdemont

Valentino Rossi tocó ayer el violín. Lo hizo al cruzar la línea de meta en el circuito de Donington Park, en la primera posición y de pie, sobre los estribos de su Yamaha M1. Así celebró su séptima victoria de la temporada alguien que, si no sentenciado, ha dejado su séptimo título mundial muy bien encarado a nueve pruebas para el cierre. Suma 104 puntos más que el segundo clasificado, el también italiano Marco Melandri. "Ha sido una de las carreras más complicadas de mi vida y lo celebré así porque la vuelta rápida del sábado en entrenamientos fue como un solo de violín", declaró tiritando Rossi.

El seis veces campeón del mundo ha demostrado a lo largo de toda su carrera deportiva que, ante las adversidades, se crece. Lo que pudieron ver los 75.661 aficionados que desafiaron a la lluvia y al frío y se acercaron al viejo autódromo inglés fue una irrefutable prueba de ello. Tras realizar el sábado unos ensayos de libro y conseguir la pole position, cuando el rojo de los semáforos dio paso al verde, el siempre risueño italiano quedó relegado a la séptima posición en la primera curva. "He visto que muchos pilotos se han caído durante las primeras vueltas", afirmó Rossi. Sete Gibernau fue uno de ellos. En el cuarto giro y tras haber conseguido una renta de casi dos segundos respecto a sus perseguidores tras realizar una impecable salida, el español pecó de lo mismo que el 90% de los pilotos que se arrastraron ayer [en MotoGP terminaron sólo once pilotos]. Al salir de un viraje de derechas el barcelonés de la Honda azul abrió demasiado el puño derecho y los 240 caballos de su RC211V le propinaron un latigazo que lo escupieron por encima del carenado. Sete es quinto en la clasificación general y ya es acosado incluso por Alex Barros, del que sólo le separan cinco puntos.

Con el español, un especialista en lluvia, fuera de combate, un grupo de cuatro pilotos cogió las riendas. Barros, que ayer tomó parte en su Gran Premio número 250, las Suzuki de los estadounidenses Roberts Jr y Hopkins y, como no, la Yamaha azul con el número 46 pintado en amarillo en su cúpula, pusieron metros de por medio. Rossi sudó más que nunca para mantenerse agarrado al semi manillar de su M1. A lo largo de ocho vueltas, en el intervalo entre el cuarto y el decimotercer giro, il dottore tuvo tiempo de descabalgar cuatro veces, perder con ello cuatro segundos respecto al líder Barros, recuperar el tiempo perdido, rebasar a su compañero Edwards primero, más tarde a Roberts, para finalmente situar su Yamaha pegada al colín de la Honda amarilla del brasileño. El piloto de Urbino está tocado por una varita mágica. Porque Rossi nunca se cae. La última ocasión en la que Vale arrastró el cuero de su mono por el asfalto fue la temporada pasada en Qatar, la última carrera que venció Gibernau.

Rossi sufrió ayer porque, a pesar de que "ahora ya va rápido también en agua", como declara su jefe de mecánicos Jeremy Burgess, la superioridad que demuestra cuando el sol luce se difumina en condiciones meteorológicas adversas. Mientras otros pilotos en su lugar [con Melandri, Biaggi y Gibernau, sus más inmediatos perseguidores en la general, ya en el box observando su carrera por televisión] se darían con un canto en los dientes al rodar en segunda posición, Rossi volvió a ratificar lo que ya todos saben. A él sólo le vale ganar. A falta de siete vueltas para el ondeo de la bandera cuadriculada, Valentino le metió el neumático delantero a Barros, y ejerció, como hace siempre que puede, de campeón. Se marchó. Impuso un ritmo que, a día de hoy, nadie en la parrilla está capacitado para soportar. Marcó tres vueltas rápidas consecutivas dejando a Barros a ocho segundos y medio a falta de tres giros para cruzar la meta. La de ayer en Donington fue la quinta victoria de las seis carreras que ha disputado en el circuito inglés. Cada vez que el Campeonato del Mundo llega a tierras inglesas suena la misma canción. Seguramente, la que Rossi tocó con el violín ayer, de pie, sobre su Yamaha.

Valentino Rossi hace la señal de victoria tras su séptimo triunfo de la temporada, ayer en Donington.
Valentino Rossi hace la señal de victoria tras su séptimo triunfo de la temporada, ayer en Donington.ASSOCIATED PRESS

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