Einar Lauritzen, mecenas del cine
Einar Lauritzen, mecenas de la industria cinematográfica sueca y de la investigación en este campo, falleció a la edad de 92 años. Heredó de sus padres, Holger y Thyra Lauritzen, además de una buena fortuna, el interés por el cine, hasta el punto de que sus estudios de jurista quedaron relegados para atender esa vocación.
El dinero heredado le permitió realizar generosas donaciones a los primeros organismos creados en Suecia para el estímulo de dicho arte. Integró el primer Ateneo Sueco del Cine, creado por un grupo de idealistas con el propósito de "favorecer la creación cinematográfica tanto desde el punto de vista cultural como tecnológico". La creación de un archivo de textos y fotos fue una de las primeras tareas, correspondiendo a Lauritzen su responsabilidad. El archivo del Ateneo se incorporó gradualmente al Museo Tecnológico de Estocolmo con el nombre de Colección de la Historia del Cine, asumiendo (Lauritzen) su dirección honoraria. El nuevo organismo creció rápidamente gracias a los aportes financieros de la familia, convirtiéndose en uno de los mayores archivos de Europa.
En 1938 se creó la Federación Internacional de Archivos de Filmes (FIAF), de la que Lauritzen fue nombrado tesorero, cargo que conservó hasta 1965, cuando fue nombrado miembro de honor. Al crearse el Instituto Sueco del Cine, en 1963, con apoyo estatal, Lauritzen le donó toda su colección con la única condición de que el personal mantuviera su trabajo en el nuevo organismo. A la muerte de su padre, creó la Fundación Holger y Thyra Lauritzen para la investigación cinematográfica.
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