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DESDE MI SILLÓN | TOUR 2005 | Decimonovena etapa
Columna
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'Sex on the air'

Hoy atravesábamos la Sajonia de oeste a este -recuerdo que estoy corriendo una carrera en Alemania-, con el viento siempre favorable, cuando en los laterales de la carretera han empezado a aparecer carteles que decían: "Sex on the air". Kilómetros y kilómetros que nos hemos tirado con el sex on the air clavado en cada farola. Al principio -era un día tranquilo, la fuga del día ya estaba formada, el equipo del líder controlaba la situación, así que había tiempo para darle vueltas a la cabeza mientras pasaban unos buenos kilómetros- he buscado la sutileza. Quizá se refiera a que llevamos viento de culo, lo que haría por buena la traducción literal que me he hecho, que era algo así como sexo en el aire. Aire en el culo, aunque un poco escatológico pero podemos darla por buena.

Más tarde he pensado que no, que estos alemanes pueden ser poco sutiles cuando se lo proponen. Así que lo he traducido como sexo en el ambiente, y miraba a derecha y a izquierda, hacia delante y atrás y sí, veía mucho hombre joven en edad de procrear y tal, pero de sexo nada de nada. Igual no se refieren a nosotros sino a ellos, he pensado después. Pero no, yo miraba a la gente que había en los pueblos y no veía nada raro. Lo máximo que he visto es alguna pareja agarrada animándonos, pero que yo sepa eso es amor, no sexo. No, eso no podía ser. Poco después me he preguntado: ¿A ver si nos están confundiendo éstos con los del Tour de Francia? Porque ahí sí que tiene que haber sexo en el ambiente. ¿No? Veamos por qué.

Hoy es sábado, bien. Pues estos pobres -los corredores- llevan por ahí danzando ya más de tres semanas y sí, son jóvenes, fuertes, sanos y están muy preparados para todo pero que yo sepa ninguno es de hierro -bueno, hay uno que igual sí pero eso es caso aparte-. Ya, ya sé que no tienen por qué quejarse pues les pagan para ello pero no seamos crueles, que son personas. Tres semanas sin ver a sus mujeres o a sus novias (o novios) o sus ligues de verano que es lo que toca ahora, me da igual, son muchas semanas. Y no me vale que alguien me ponga como excusa que han tenido dos días de descanso y ahí pueden aprovechar. Vale, contemos con que los aprovechan. Pero... ¿quién se conforma con dos días en un mes?

Más tarde, y gracias a mi interpretación libre del resto del cartel, he caído en la cuenta de que todo no era más que un anuncio de un espectáculo de un Sex shop. Y yo dándole vueltas. Pero, en fin, doy por buenas mis reflexiones porque les aseguro que es cierto, que estos últimos días en el pelotón hay mucho sex on the air. Y si no, pregunten.

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