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Dos obreros mueren en Llíria al ceder el forjado en el que trabajaban

Dos operarios murieron ayer al ceder el forjado en el que trabajaban durante unas obras de rehabilitación de una nave de la fábrica Tejas Borja en Llíria (Camp de Túria). Las víctimas, una de nacionalidad rumana y residente en Valencia, y otra natural de Guadix y con residencia en Castellón, estaban, según fuentes del Consorcio de Bomberos, uno encima del forjado de hierro y hormigón -situado a seis o siete metros de altura- y el otro debajo. Por razones aún no esclarecidas la plataforma, de unos 100 metros cuadrados, se vino abajo poco después de las 10.30. Los dos trabajadores quedaron atrapados. Los bomberos movilizados desde los parques Central, de L'Eliana y de Paterna sólo pudieron excarcelarlos para certificar que ya habían muerto.

La nave fue precintada por orden judicial hasta que se despejen las causas del siniestro

Pasadas las 13.00 llegó a las instalaciones de la firma Tejas Borja, en el kilómetro 3 de la carretera de Llíria a Pedralba, la comisión judicial. El titular del Juzgado de Instrucción número cuatro de Llíria se hizo cargo de la investigación de lo ocurrido y para el día de hoy ha solicitado la presencia de los técnicos municipales -que ayer ya comparecieron en el lugar- para que sus informes despejen algunas de las incógnitas del accidente. La nave donde ocurrió la tragedia quedó precintada hasta que sean recogidas todas las pruebas y los técnicos determinen qué ocurrió.

Congrelu, SA, la empresa para la que trabajaban los dos fallecidos, de 45 a 50 años, es una de las subcontratas que intervienen en la obra de rehabilitación de la nave donde ocurrió el siniestro. "Es un ejemplo típico y perfecto de la cadena de subcontratas que se practica en muchas obras", afirmó ayer el representante de CC OO, José Luis Linares.

Tanto CC OO como UGT criticaron ayer la práctica de subcontratas en cadena y reclamaron al Consell de la Generalitat y a la patronal "que pongan los medios necesarios para la supervisión de las obras en construcción, ya que el hecho de que los constructores tengan todos los permisos reglamentarios no basta para asegurar la seguridad de los trabajadores de este sector si una vez iniciadas las obras no existe ningún control sobre las condiciones en las que se realiza".

Juan Izquierdo, director financiero de Tejas Borja, explicó ayer tras el siniestro: "Los primeros datos de los que disponemos, que son muy pocos, confirman el fallecimiento de dos trabajadores que no son de Tejas Borja. Al parecer, un forjado en la nave que estamos rehabilitando ha fallado, pero no sabemos la razón. Lamentamos profundamente este trágico accidente. Las víctimas son de una empresa, Congrelu, SA, con la que habíamos contratado los servicios de esa rehabilitación. Las tareas de nuestra empresa en esa nave estaban paradas hasta que finalizaran las obras". Otras fuentes de la empresa, cuya dirección no permitió el acceso ayer a las instalaciones de los delegados sindicales que acudieron al lugar para comprobar lo ocurrido, insistieron en que en el recinto "se cumplen todas y cada una de las exigencias en materia de seguridad laboral". Familiares de las víctimas tuvieron que esperar más de hora a que les dejasen entrar a las dependencias de la fábrica.

A pesar de que el responsable financiero, que actuó como portavoz de la firma, no quiso aventurar hipótesis sobre las causas del siniestro, los sindicatos explicaron que técnicamente, en principio, sólo pueden ser dos: que los apuntalamientos que se colocan mientras el hormigón fragua se retiraran antes de tiempo o que el hormigón fuera de mala calidad y este cediera por el peso de la estructura.

Izquierdo dijo que en Tejas Borja hubo un accidente laboral mortal "hace unos dos años", sin precisar más. El grupo empresarial fue fundado en 1899, tiene dos centros de producción y canteras de arcilla propia en Alicante y Valencia. Su mercado se extiende por España, Portugal, Francia, Alemania, los países árabes y el continente asiático.

Un furgón fúnebre se llevaba ayer de la fábrica los cuerpos de los dos obreros fallecidos en Llíria.
Un furgón fúnebre se llevaba ayer de la fábrica los cuerpos de los dos obreros fallecidos en Llíria.JOSÉ JORDÁN

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