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Crónica:TOUR 2005 | Decimosexta etapa
Crónica
Texto informativo con interpretación

No siga la flecha

Pereiro alcanza el cenit de su 'Tour a lo Virenque' con la victoria en la última etapa pirenaica, en la que Zandio fue segundo

Carlos Arribas

Como el viejo Ferretti sigue sin pasarse por el Tour, el Fassa Bortolo ha decidido buscarle un profesor sustituto para los cursos acelerados de filosofía ciclista, teoría y práctica, durante la ronda francesa. El enseñante becario no es viejo, ni profesor, ni director, es joven y ciclista, es Juan Antonio Flecha, quien los dos últimos años fue el mejor alumno del viejo Ferretti.

Junto al autobús del equipo recibe Flecha en la salida. Hay cola. Tres o cuatro alumnos, colegas, compañeros, le interrogan peripatéticamente, aunque más que platónico Flecha es pragmático. Tras la quinta conversación, Flecha emite un suspiro de cansancio. "¿No vendrá usted también a preguntarme por Armstrong?", le pregunta al sexto Flecha, "porque si me pregunta, no le respondo. Ya estoy harto. Todos preguntan por Armstrong, todos me lanzan sus dudas sobre Armstrong, me preguntan por qué gana tan fácil, que por qué nunca falla, que por qué, que por qué... Como si yo lo supiera. Yo de lo que sé es de lo que hago. Mi especialidad, por ejemplo, es el arte de la fuga en las etapas de transición. Pregunte, pregunte..." Otra vez, no. Media vuelta.

Tour 2005 16ª Etapa

Mourenx-Pau, de 180,5 Kilómetros.

ETAPA

1. Ó. Pereiro (Phonak) 4h 38m 40s

2. Xabier Zandio (Illes Balears) m.t.

3. Eddy Mazzoleni (Lampre) m.t.

4. Cadel Evans (Lotto)

GENERAL

1. L. Armstrong (Discovery) 66h 52m 3s

2. I. Basso (CSC) a 2m 46s

3. M. Rasmussen (Rabobank) a 3m 9s

5. F. Mancebo (I. Balears) a 6m 31s

ETAPA DE HOY

Pau-Revel, de 239,5 Kilómetros.

En el Tour circula ya la frase hecha. "Si quieres coger un corte de salida, sigue la flecha". Cuando un ciclista remolón le dice a su director que no puede coger un corte porque es muy difícil, porque mucha gente quiere, porque se va muy rápido, porque es muy peligroso..., el director le responde: "El próximo día, sigue la Flecha". La frase se la pasan entre sí los corredores, y se forman corrillos en las salidas los días en que se sospecha que la escapada triunfará, que en este Tour han sido muchos. De reojo vigilan a Flecha, sus movimientos, sus rituales, sus tiritas y miden lo abultado de los bolsillos de su maillot. Siguen a Flecha y nunca se equivocan. El catalán ha estado en casi todas las fugas de este Tour, es el líder, con casi 500 kilómetros, de la clasificación de corredores con más kilómetros en escapadas. Es el maestro del asunto casi todos los días. Ayer también. Ayer tampoco ganó. Ganó Pereiro.

Óscar Pereiro no sigue la flecha, va por libre, prefiere fiarse sólo de su instinto, un instinto de sentido único por lo que tantas veces parece que va en dirección contraria a la lógica. Ataque, ataque, ataque. "Ataca", le repite todas las mañanas Álvaro Pino, que fue su descubridor, que lo llevó al Phonak hace tres años, que ahora disfruta desde la sombra, de comentarista radiofónico, de la explosión de su paisano. A Pino lo echaron del Phonak tras los positivos por transfusión sanguínea de Hamilton y Santi Pérez, y en su lugar colocaron a John Lelangue, cuyo mayor mérito estribaba en ser hijo de Robert Lelangue, chófer de Jean Marie Leblanc y director de Merckx cuando joven, y en haber sido varios años jefe de prensa del Tour. Lelangue aparecerá mañana con la cabeza rapada -se lo apostó con Pereiro-, pero también en eso cuando él va, Pino vuelve. Éste hace tiempo que perdió, alopecia, el pelo, pero no la cabeza: su diseño de equipo, sus fichajes, es el que maneja Lelangue.

A Pereiro le aconseja Pino por la mañana y por la tarde, y a Pereiro, que habla con todo el mundo, le aconsejan todos los gallegos que aparecen por el Tour, como Clemente, de Mavic. "Galicia es ceibe, al fin, ya sólo falta que Pereiro gane", dice Clemente. "Eso, eso", repetía Pereiro, "¿de qué me vale ser el tío con más narices del pelotón, si nunca gano?" Hace 50 años, Pereiro, en fuga en los Alpes, solo, y acompañado, en fuga en los Pirineos, mal acompañado y derrotado, habría sido un Geminiani, el ciclista de Clermont Ferrand que nunca paraba. Hace 10 años, habría sido Virenque, el ciclista que siempre supo que nunca ganaría el Tour pero que supo encontrar un nicho en el mercado -terminología de los publicitarios- que le caía como anillo al dedo. Un puesto que dejó vacante en el pelotón el año pasado y que aún nadie ha sabido ocupar -qué soso el Rasmussen, que le sucederá como rey de la montaña-, pero que Pereiro ha comenzado a trabajarse. Ya ataca todos los días, en todas las etapas de montaña, ya sólo le falta irse solo. "Es la única forma de ganar etapas, atacando todos los días", le recuerda Virenque, a quien Pereiro responde: "En efecto, de qué te vale ser un garrapata como el Leipheimer o el Landis, todo el día ahí, a rueda, para intentar quedar entre los 10 primeros, todo el día con la calculadora. Y luego, si por un error, acabas el 11 no te vale de nada".

Así que entre medias de la última batalla que el CSC de Basso y el T-Mobile de Ullrich y el ciclotímico Vinokúrov, el que está arriba o abajo, nunca en medio, le dieron a Armstrong, en el Marie Blanque y el Aubisque -el último puerto hors catégorie que ha franqueado Armstrong en su carrera-, y mientras Mancebo, Landis, Rasmussen y compañía intentaban no perder de vista la rueda delantera, Pereiro decidió perder de vista a todos. Ataque, ataque, ataque. Pim, pam, pum, en el Marie Blanque; una, dos, tres veces. Fuerza y a por los que siguen la flecha, que marchaba tres minutos por delante. Los alcanzó coronando el Aubisque. En los últimos 50 kilómetros se dejó acompañar por Evans, Mazzoleni y Zandio. En la última recta, por nadie. Ya sólo le faltan los lunares. Quizás, mañana, el consejo en el Tour será: por favor, no siga la flecha.

Pereiro levanta el puño cerrado para celebrar su victoria en la meta de Pau, seguido de Zandio y Mazzoleni.
Pereiro levanta el puño cerrado para celebrar su victoria en la meta de Pau, seguido de Zandio y Mazzoleni.EFE

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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