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Tribuna:DESDE MI SILLÓN | TOUR 2005 14ª etapa
Tribuna
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Jugando

Hace unos días me compré una consola. Nunca me habían llamado la atención esos aparatitos, pero al final cedí, a base de la insistencia de un amigo. Cómprate un juego de ciclismo, me dijo, el del Tour de Francia, que es la leche. Así que eso fue lo que le dije al vendedor: a mí dame el juego ese del Tour, que me lo han recomendado.

Y vaya si acerté, a partir de ahora mis tardes ya no serán nunca lo mismo. Ayer me tocó disputar una etapa de esas de montaña. Eran un montón de kilómetros y al final había dos puertos duros y la meta estaba en lo alto del segundo. Tenías que elegir un corredor y un equipo, y yo elegí a uno que iba de amarillo, aunque los de su equipo iban de azul, no sé muy bien por qué.

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Se trataba de ganar dos cosas, la etapa y la clasificación general. Para ganar la general tienes que disputar 21 partidas (combates los llaman ellos) y ganas si eres el que ha acumulado menos tiempo. Para ganar la etapa basta con ganar una partida. Parece un poco lío, pero luego te pones y es todo un juego de niños.

En la partida de ayer, los de un equipo que van de rosa se pusieron a atacarme. Uno de ellos, precisamente uno que no iba de rosa, no sé tampoco porqué, era el que más daño me hacía porque sus ataques parecían envenenados.

El programa me decía que mi mayor rival era el líder de ellos, pero al final yo le ataqué en el último kilómetro y me lo quité de encima como quise.

Esto fue sin duda lo mejor de la partida. Primero uno, luego otro y otro. El caso es que yo me hice el tonto, mirando hacia atrás como para que pensasen: "mira, hemos podido con él, es hombre muerto".

Me quedé descolgado un buen rato sin hacer nada mientras ellos alucinaban en colores. Anda que no me divertía yo con el desconcierto que estaba montando. Pero cuando ya me cansé de jugar con ellos, ataqué, me fui a por ellos y me puse a su rueda como diciendo, aquí estoy, atacad más si queréis.

Sólo se atrevió uno que iba de blanco, negro y rojo, un corredor italiano que el programa me decía que era mi amigo y que con él no había problema. Pero yo por si acaso no le dejé marchar.

Al final la partida se me escapó por poco, porque una escapada había empezado los puertos con muchos minutos y no pude alcanzar a uno de ellos, pero yo fui segundo y gané tiempo para la clasificación general.

Mi sorpresa fue cuando, más tarde, un amigo mío que es aficionado al ciclismo se quedó blanco y petrificado cuando le conté todo esto. ¡No puede ser, me dijo sorprendido, si eso es justo lo que ha pasado hoy en la etapa del Tour!. Pues no sé, le dije yo, quizá no era yo el único que estaba jugando.

Pedro Horrillo es ciclista del equipo Rabobank

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