Fabra pide que se mantenga su presunción de inocencia hasta el Constitucional

El presidente provincial del PP y de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, pidió ayer que se respete su presunción de inocencia hasta la última instancia, "la del Tribunal Constitucional". Con esta afirmación, el popular, imputado por uno o varios delitos contra la Administración pública y un presunto delito fiscal, dejó claro que llegará hasta el más alto tribunal para defender su inocencia. De sus palabras se deduce que aun en el caso de que el juzgado de Nules que instruye las diligencias del caso Fabra determine su culpabilidad, si finalmente es juzgado, reclamará su derecho a la presunción de inocencia hasta la última instancia. Fabra reprochó que haya quien "cuestione temas judiciales cuando están todavía en los tribunales y no están decididos" y agregó: "La decisión final siempre será, en última instancia, la del Tribunal Constitucional, y hasta ese momento habrá que mantener siempre la presunción de inocencia y no la presunción de culpabilidad". Aún así, sostuvo que el continuo cambio de jueces en el juzgado de Nules, por donde ya han pasado seis desde que se abrió el proceso, "tiene tela marinera".

Fabra aprovechó un encuentro con periodistas para menospreciar al secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, quien criticó la cena organizada el pasado viernes por el líder del PP de Castellón en su casa de Les Platgetes, a la que acudió el presidente de la Generalitat, Francisco Camps. "Me permitirá que invite a mi casa a quien me dé la gana", dijo Fabra, que no quiso hacer más valoraciones pues Pla no le merece "ningún respeto".

El presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, afirmó ayer en Murcia que "nunca" ha hablado de Fabra con Camps y añadió que hace "muchos años" que se dicen "cosas" sobre el dirigente castellonense.

Fabra agradeció la cena-homenaje convocada para hoy, que, según desveló el portavoz adjunto del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Castellón, Miguel Alcalde, se va a realizar en un restaurante que "no tiene la licencia de actividad en regla y que carece del aforo suficiente para albergar a los más de 1.000 comensales anunciados". De hecho, el Ayuntamiento abrió un expediente sancionador que, aunque imponía una multa, el cierre de la actividad e incluso el derribo de la edificación, no ha sido cumplido. Según el socialista, el alcalde de Castellón, Alberto Fabra, "va a dar un ejemplo lamentable al asistir a una cena en un restaurante con una instalación declarada ilegal por el Ayuntamiento que preside".