Viera reclama a la Junta más inversión para Sevilla en los presupuestos de 2006
El secretario provincial del PSOE saca adelante su gestión casi por unanimidad
José Antonio Viera logró ayer el apoyo casi unánime del comité provincial (el máximo órgano de decisión), un año después de ser elegido secretario general del PSOE de Sevilla, en un congreso en el que se impuso por el 55,8% de los votos al ex portavoz parlamentario José Caballos. Viera, que consolida su liderazgo interno, reclamó a la Junta de Andalucía más inversiones para la provincia de Sevilla en los presupuestos autonómicos de 2006.
Viera tomó ayer una decisión que pude ser arriesgada con vistas al futuro: la de someter cada seis meses a votación el trabajo de la ejecutiva que dirige, para que los miembros del comité provincial lo evalúen. Ayer la aplicó y le salió perfecta: sólo hubo una abstención entre los 180 delegados acreditados. La votación de la gestión fue a mano alzada.
Fundamentalmente, Viera quería ver el peso numérico del sector que perdió el congreso provincial, cuyos representantes le habían acusado semanas atrás de "autoritarismo" y de "amenazar" el status de los que ocupan cargos institucionales, es decir, de querer cortarles las cabezas. "Ahí estaban y ahí siguen. Nadie ha perdido nada, cada uno está en su sitio, pero la lealtad es un camino de ida y vuelta", afirmó Viera en una intervención en la que abrió completamente las puertas a que se hablara de la "convivencia" entre los socialistas sevillanos.
A Viera le enojó, como ocurre siempre en estos casos, que el malestar existente no se canalice a través de los órganos internos, sino de la prensa. Y lo hizo saber al comité provincial. "¿Hay alguien que haya querido hablar conmigo y no haya tenido una respuesta?", preguntó. Se produjo un breve silencio y a continuación animó a hacer públicas las críticas y las discrepancias "pero aquí".
Evidentemente las hubo. En el debate se produjeron hasta 53 peticiones de palabra (todo un récord), la mayoría con un fuerte contenido local, pero los críticos aprovecharon para trasladar su disgusto con la ejecutiva, aunque no todos con la misma intensidad y dureza. José Caballos se quejó de que la ejecutiva había contado poco con él, al tiempo que le aconsejó jugar "a la apertura y no al enroque". El ex secretario de Organización Francisco Pérez Moreno reclamó "mano tendida" y la alcaldesa de Tomares, Antonia Hierro, la más dura, habló de que en la dirección existen "halcones y palomas".
Viera tomó nota de los reproches, prometió trabajar con ánimo de integrar, pero advirtió: "No se va a negociar nada de cacho", es decir, no se va a entrar en la ejecutiva en función de los porcentajes.
Desde la dirección se resaltó que el secretario general del PSOE de Sevilla "salió reforzado" del comité provincial, una apreciación de la que no discrepaban del todo los críticos. "En parte ha salido mejor de lo que entró", aseguró un miembro de este sector. Este grupo votó a favor de la gestión de la ejecutiva "por responsabilidad" y para darle "otro margen de confianza", aunque es evidente que su fuerza numérica es bastante menor al logrado en el congreso provincial.
Pero entre el repaso de la gestión y los asuntos puramente orgánicos, Viera mandó un mensaje al Gobierno andaluz: que en los presupuestos de la Junta de 2006 se "contemplen mejoras" para Sevilla en servicios sociales, educación y sanidad y se compense a las zonas más deprimidas como las sierras Norte y Sur. "Haremos llegar nuestras prioridades dentro de lo que es el proyecto de Andalucía, pero sin renunciar a cuestiones imprescindibles", subrayó.
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