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Reportaje:

Hacia una estructura más simple

General Electric se posiciona para aprovechar las oportunidades en los mercados emergentes

El conglomerado estadounidense General Electric (GE), la compañía más admirada y respetada del mundo, acaba de anunciar un proceso de consolidación y simplificación de su estructura corporativa, para concentrar las actividades de sus 11 divisiones en seis unidades de negocio. El objetivo es doble. Por un lado, mira hacia las oportunidades en los mercados emergentes como China, India y Europa del Este. Por otro, es una apuesta por el sector financiero y las nuevas tecnologías.

El cambio permitirá a GE ahorrar 300 millones de dólares anuales gracias a que se eliminarán una serie de solapamientos estructurales

GE hace todo, desde bombillas, motores para aviones, generadores de electricidad, pasando por filtros para el agua, instrumental médico, hasta planes de pensiones y películas de cine, lo que le convierte en una de las marcas más conocidas del mundo, junto a Coca-Cola o Microsoft. El conglomerado, con una capitalización bursátil próxima a los 390.000 millones de dólares, cuenta en la actualidad con 11 unidades de negocio y sus activos ascienden a 750.300 millones. A la cabeza del conglomerado está Jeffrey Immelt, que asumió la presidencia ejecutiva de la compañía en septiembre de 2001, en sucesión del mítico Jack Welch.

El pasado 23 de junio, Immelt saltó a escena con la que será la primera gran reorganización que afronta el gigante GE en sus últimos años, que sigue a un primer cambio en 2003, al reducir las unidades de negocio de 13 a 11, concentrada sobre todo en el sector financiero. Con el nuevo alineamiento quedarán reducidas a seis divisiones industriales: GE Infraestructura, GE Industrial, GE Comercial y Servicios Financieros, NBC Universal, GE Salud y GE Finanzas de Consumo. Las antiguas unidades de transporte, materiales avanzados y energía se integrarán en la nueva división de infraestructuras, mientras que la de seguros se consolida en la de servicios financieros y la de equipamiento en la industrial.

El cambio permitirá ahorrar a la compañía hasta 300 millones de dólares anuales, según anunció GE, gracias a que se eliminarán una serie de solapamientos en la estructura actual del conglomerado. El plan de reestructuración, que empezará a ejecutarse este mes de julio, viene acompañado de cambios en la cabeza ejecutiva, con el ascenso de Michael Neal, Dave Calhoun y John Rice a vicepresidentes del conglomerado. Los tres ejercerán como asesores del consejo de administración, por lo que no podrán votar.

Los nuevos ejecutivos

Neal estará al frente del negocio financiero (seguros, leasing, hipotecas, seguro médico y servicios financieros para empresas), una división con unos ingresos próximos a los 45.000 millones de dólares para 2005. Calhoun dirigirá la división de infraestructura (motores para avión, ferrocarril, energía, petróleo y gas natural y agua), que mueve 43.000 millones. Y Rice la industrial, con unos ingresos anuales de 33.000 millones.

Immelt consigue así rejuvenecer su entorno de asesores, ya que los nuevos ejecutivos tienen entre 52 y 48 años de edad, y orientar a la vez la estrategia de expansión del gigante industrial hacia el terreno de las nuevas tecnologías, prestando una especial atención a las relaciones con los consumidores. "Jeffrey está poniendo su impronta en la nueva generación de gestores de GE", señalan desde Fifth Third Asset Management, que maneja 13 millones de acciones de la compañía.

Junto a estos tres nuevos puestos, la unidad de salud la dirigirá Joe Hogan, en sustitución de sir William Castell. Y como líder del negocio de entretenimiento estará Bob Wright. Castell, que entró en el conglomerado tras la compra de la británica Amersham, se jubilará el año próximo. También hará lo propio este año Dennis Dammerman. David Nissen, por su parte, seguirá encabezando la división de finanzas de consumo.

Según Jeffrey Immelt, "estos cambios acelerarán el crecimiento de GE en industrias clave". "Estamos calentando todos los cilindros", añade. Immelt ha gastado 60.000 millones de dólares en adquisiciones y se ha desprendido de activos valorados en unos 15.000 millones, para equilibrar su cartera financiera y destinar metálico a reforzar al negocio industrial. "Es un ejecutivo que toma iniciativas para crecer y reducir costes", señalan desde Matrix Asset Advisors, que controla 2,2 millones de títulos en GE.

Oportunidades de negocio

La visión de Immelt coincide con la opinión de los principales analistas de Wall Street, a pesar de que el mercado acogiera los cambios sin mucho optimismo el día de su anuncio. Consideran que la compañía será más fácil de manejar a partir de ahora. GE consigue, además, posicionarse mejor para hacer frente a las oportunidades de negocio que se le abren en Asia, Europa del Este y Oriente Medio. GE registró unos ingresos de 152.400 millones de dólares en 2004, el 47% fuera de EE UU, que le aportaron unos beneficios de 16.600 millones.

"Este alineamiento es un paso lógico y natural", señalan desde Prudencial Equity Group, porque explican que situará a la compañía en una mejor posición financiera para los próximos cinco años. Goldman Sachs valora más los cambios en el liderazgo de la compañía, al señalar que los tres nuevos vicepresidentes son ejecutivos muy respetados. "Es una buena forma de mantener el talento en casa", coinciden desde Federal Investor, que controla 6,7 millones de acciones de GE. JP Morgan añade que así el núcleo duro de gestión "permanecerá intacto durante un tiempo".

Un operario trabaja en un motor para reactores de GE.
Un operario trabaja en un motor para reactores de GE.

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