El director general no vota

Haber trabajado en la empresa privada y convertirse en director general con capacidad para decidir sobre los mismos asuntos en los que se ha desarrollado la actividad profesional puede acarrear problemas de incompatibilidades.

Es el caso de Enrique Porto Rey, director general de Urbanismo y Planificación Regional de la Comunidad de Madrid, que hasta su nombramiento hace dos años era un conocido arquitecto urbanista. Estaba especializado en el desarrollo de planes urbanísticos en diferentes municipios de la región. Y esta actividad privada le ha llevado a que en determinados planes generales tenga que abstenerse en sus votaciones en la Comisión de Urbanismo, como por ejemplo en la revisión de las normas del planeamiento del municipio de El Molar.

Porto entregó a la comisión un documento en el que se podía leer textualmente: "De mis actuaciones como profesional en los años anteriores a mi nombramiento como director general de Urbanismo [declaro] que no he intervenido en la redacción de las normas subsidiarias de El Molar".

Y añadió: "No obstante, a lo largo de mi carrera profesional en el ejercicio liberal de la arquitectura, he redactado trabajos de urbanismo con las empresas que, aunque no figuran en el expediente, me consta que están interesadas en desarrollar el SAU 21 [nombre del nuevo barrio] -Realia, Reyal y Fadesa- a las cuales con anterioridad a los dos últimos años presté servicios profesionales esporádicos, salvo con Fadesa cuyo último proyecto en Aranjuez se terminó en 2003, si bien el contrato se rescindió el 10 de febrero de 2004". (Fadesa es la promotora que ha levantado el casino de Aranjuez y casi 3.000 viviendas).

Por eso, Porto Rey señala, además, en su escrito: "Ni yo, ni mi cónyuge, ni persona alguna de mi familia dentro del segundo grado civil, participamos o hemos participado en propiedad, ni formado parte en la dirección o administración de las empresas que probablemente desarrollen el sector objeto del expediente".

Por todo ello, el director general expresó por escrito su deseo de "inhibirse en el tema" y que "se designe persona que me represente en la resolución del citado expediente".