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Crónica:TENIS | Torneo de Wimbledon
Crónica
Texto informativo con interpretación

Feliciano encalla en la central

La presión de la 'catedral' puede con el jugador toledano, que cae derrotado en cuartos de final ante Lleyton Hewitt

El peso de la central y de sus primeros cuartos de final en Wimbledon se notó en el brazo y en la cabeza de Feliciano López. Tras dos grandes partidos frente a Marat Safin y Mario Ancic para situarse por primera vez entre los ocho mejores, el toledano acusó el peso de la responsabilidad y se derritió en los momentos importantes del partido que ayer le enfrentó al número dos mundial, Lleyton Hewitt. El australiano se mostró tan sólido como acostumbra. No hizo nada especial, sólo jugar a su nivel habitual. Y no necesitó más. Concedió una sola oportunidad a Feliciano en la primera manga -la pérdida de su saque en el quinto juego-, pero después tapó todas sus lagunas y fue aprovechando, en cambio, los errores que cometió el español. El australiano ganó por 7-5, 6-4 y 7-6 (7-2) en menos de dos horas.

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Toda la atmósfera que envuelve el acceso a la pista más mítica de la historia del tenis mundial fue impactando al toledano de tal forma que acabó por afectarle. "El gusanillo que había sentido cuando accedí a los cuartos de final volvió a invadirme ayer al entrar en la central", confesó López. "Todo el recorrido desde el vestuario hasta entrar en la pista es especial: pasas por los salones del club social, donde te encuentras a los socios tomando el té. Y luego esperas en una sala, acompañado de un socio con americana y corbata, hasta que llega el momento de pisar la hierba. Es tan especial... Distinto a cualquier otra central".

Fue la primera vez que Feliciano pisaba tan renombrado escenario. Había ganado a Safin en la pista uno y era la única experiencia que le faltaba. Se sintió algo nervioso cuando comenzó a pelotear con Hewitt. El australiano conocía ya todos aquellos detalles: aquí ganó su mejor título en 2002. Y sin embargo, en aquellos primeros juegos del partido fue donde logró el español desplegar su mejor tenis. Todo pareció venirle de cara: sacaba bien, con solvencia, y la suerte estaba de su lado. Cuando el toledano se colocó con 0-40 en el quinto juego, tras una doble falta y un drive del australiano en la red, el mundo pareció abrírsele. "Era la oportunidad que andaba buscando", comentó. Y la concretó tres puntos más tarde, cuando su bola tocó la cinta de la red y cayó suavemente en la pista de Hewitt.

Visto el nivel de saque que estaba desarrollando Feliciano en sus últimos partidos, aquello debía suponer la adjudicación de la primera manga. Pero no fue así. Con 4-3 y saque comenzó su calvario. No es que el resto del partido se convirtiera en un camino de fallos encadenados. Ni mucho menos. El toledano perdió en aquel juego su saque y las dudas invadieron su cabeza. De golpe descubrió que su revés no estaba funcionando como en los dos partidos anteriores, y ello le llevó a escorarse hacia la derecha para poder conectar su drive. Como consecuencia, todo su juego se fue desequilibrando y corrió incluso el peligro de hundirse irremisiblemente cuando cedió su saque por segunda vez en el último juego de la primera manga.

Sin embargo, se sobrepuso. "No tengo la sensación de haber jugado mal. Pero cuando te enfrentas a un jugador de este nivel sólo te da una oportunidad", comentó López, de 23 años. "Después de aquel break, él comenzó a sacar de forma increíble y ya no logré encadenar nunca dos o tres puntos seguidos sobre su saque. No me regaló ya nada más. Y yo bajé el listón en dos o tres momentos concretos. Para él fue suficiente".

Tanto un jugador como el otro fueron ganando sus saques sin grandes problemas. Pero en el juego que cerró la segunda manga, la presión le pudo de nuevo a un Feliciano que cometió tres errores de bulto antes de ceder su saque por tercera vez. Y en la última, no hubo ni una bola de rotura hasta el desempate. Pero allí, Feliciano fue el más débil de los dos. El peso de sus primeros cuartos de final y la atmósfera de la central pudieron con él. Más incluso que Hewitt, que disputará la semifinal contra el número uno del mundo, el suizo Roger Federer.

"No te preocupes. Has jugado bien", le dijo Manuel Santana, el único español que ha ganado en Wimbledon (1966) a Feliciano. "Ahora ya has estado en la catedral. Era una experiencia que debías pasar. Pero si sigues jugando a este nivel, tendrás otras oportunidades de ganar aquí".

Feliciano López, en el suelo tras un lance del partido.
Feliciano López, en el suelo tras un lance del partido.EFE

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