Una tormenta derriba ocho torretas eléctricas y corta 18 horas un tramo de la A-3 entre Valencia y Madrid

La autovía A-3 fue reabierta a las 13.15 de ayer al tráfico tras permanecer cortada durante más de 18 horas al caer sobre la calzada unos cables de alta tensión a consecuencia de una tormenta, a la altura del término municipal de El Peral (Cuenca).

El tráfico en ambos sentidos recuperó la normalidad después de que los operarios de Red Eléctrica Española retiraran dos cables de alta tensión que habían caído sobre las cuatro calzadas de la autovía a las 19.00 del lunes, según informó la subdelegación del Gobierno en Cuenca. Los cables cayeron a la altura del kilómetro 207 de la A-3, cerca de Motilla del Palancar a causa de una tormenta "con aguaceros, aparato eléctrico y vientos racheados de más de 100 kilómetros por hora", explicó la subdelegación. La tormenta provocó el desplome de ocho torretas de la red eléctrica, que a su vez hicieron que dos cables de alta tensión cayeran sobre la calzada de la A-3. El fuerte viento tumbó una primera torreta, según las observaciones de la Guardia Civil, y las restantes se desplomaron por un "efecto dominó". El siniestro afectó al conductor de un turismo que "rebasó" a los vehículos parados en la autovía y chocó contra los cables caídos, aclaró la subdelegación del Gobierno.

Preguntada sobre el incidente en una conferencia de prensa, la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, María del Carmen Valmorisco, explicó en Toledo que 40 personas trabajaron para levantar las torretas caídas. "A pesar de que los cables cayeron sobre la autovía no hubo que lamentar desgracias, por la rápida actuación de los automovilistas, aunque la persona que sufrió el accidente y que se encuentra grave en el Hospital General de Albacete, lamentablemente no paró".

La Dirección General de Tráfico desvió a los vehículos afectados por la antigua N-III hacia Motilla del Palancar y por la CM-3114 en sentido a Valencia.